Hay algo del odio de ETA que todavía está presente
El músico Pablo Benegas, miembro de La Oreja de Van Gogh, publica «Memoria» (Plaza & Janés), un recorrido por los años juveniles marcados por la presencia de ETA en el País Vasco y también un recuerdo de los inicios de la banda que triunfó con canciones como “La Playa” o “París”.
«Hay algo del odio y del fanatismo que se generó con ETA que todavía está ahí, porque el odio fue el origen de todo y parte de la sociedad lo sigue manteniendo. Esa parte es la que tiene que reflexionar, porque si no, será muy difícil mirar hacia el futuro», afirmó el guitarrista en una entrevista para Europa Press.
Benegas, hijo del líder socialista Txiki Benegas, lamentó que este odio se «transmita entre generaciones» y llama a la reflexión. «Además de destruir la vida de muchas personas y muchas familias, destruyeron sus vidas y las de sus familias y fue en vano», lamentó.
El músico donostiarra se mostró, no obstante, optimista porque cree que una parte de la sociedad vasca «siempre ha sido generosa» y lo seguirá siendo, «integrándola». «Pero tienen que sacar el odio latente de ahí», remarcó.
En el libro, Benegas rescata algunos momentos dolorosos de su adolescencia, como cuando acompañó a su padre al funeral de uno de sus amigos. «Cuando enterré a mi padre tras una muerte natural, saliendo del cementerio de la misma calle, también se me ocurrió el dolor que debía ser haber enterrado a tu padre asesinado por ETA: me parecía impenetrable», dijo.
Por eso Benegas, que admite que la amistad del grupo -antes de que fuera grupo- se «fortaleció» en los demos que fueron germen de la plataforma «Basta Ya», consideró el espacio de ensayo como «un refugio» para escapar del situación que se vivía en el País Vasco.
También alude en «Memoria» al momento en que empezó a circular un rumor que les situaba como banda etarra y que ese habría sido el motivo de la cancelación de un programa que entonces dirigía Pedro Ruiz. Benegas admite que hubo «momentos complicados» donde incluso hubo Ayuntamientos que llamaron para preguntar si era cierto, porque los contrataron.
En las páginas de este libro también hay espacio para hablar de la ex vocalista de la banda, Amaia Montero, con quien Benegas aún mantiene una buena relación e incluso sirvió como asesora para salvar algunas partes de la «memoria individual» que no corresponden al «colectivo».
«Tan pronto como tenía algo presentable que leer iba a su casa a leerlo, porque necesitaba su opinión. Y además tiene muy buena memoria y me dijo algunas cosas que no recordaba: me apoyó desde el principio», se anotó. Por supuesto, afirma que una de las pocas cosas que no podían recordar era quién decidió primero que el nombre sería «La Oreja de Van Gogh».
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