Grifols cae un 9,1% a media sesión tras las advertencias de Fitch y Moody’s
Grifols experimenta una caída del 9,1% a mitad de la sesión debido a las advertencias de Fitch y Moody’s.

Las acciones de Grifols caían más de un 9,1% en Bolsa hacia las 13.20 horas de este jueves, tras las últimas mejoras en la calificación de la compañía catalana por parte de las agencias de calificación crediticia Moody’s y Fitch.
Así, la compañía de hemoderivados cayó un 9,43%, hasta cotizar sus acciones a 8,21 euros, lo que le llevó a prolongar su desplome del 8,11% con el que amaneció este jueves, con las acciones en 8,344 euros.
Además de las advertencias de Moody’s y Fitch, como informa ‘El Confidencial’, CaixaBank, BBVA y Sabadell se negaron a refinanciar su parte del préstamo de 400 millones de euros de deuda inmediata de Scranton Entreprises BV, la empresa holandesa con la que la familia refuerza su control sobre el capital de la multinacional catalana. Fuentes del mercado consultadas por Europa Press indicaron que la compañía holandesa está en conversaciones con el banco sobre este préstamo.
En cuanto al rating de Grifols, Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación crediticia a largo plazo de la compañía catalana de negativa a estable y la afirmó en ‘B+’, mientras que Moody’s la rebajó ayer hasta ‘B3’ desde ‘B2’.
Por otro lado, CaixaBank, BBVA y Sabadell se han negado a refinanciar su parte del préstamo de 400 millones de euros de deuda con vencimiento inmediato del family office Grifols, Scranton, según información transmitida esta mañana por ‘El Confidencial’.
En concreto, se ha referido a que CaixaBank, principal acreedor, con casi 70 millones prestados, «se opuso a la ampliación del pasivo de Grifols hasta 2029», dado que la entidad liderada por Gonzalo Gortázar «no aceptó la propuesta de los «empresarios». , que había solicitado la ampliación del préstamo de 400 millones a cinco años con amortización total una vez finalizado, es decir, con el método «bullet».
Asimismo, ni el BBVA ni el Banco Sabadell, que le concedieron 20 y 40 millones de euros, en cada caso, aceptaron, según las mismas fuentes.
Sin embargo, algunas entidades internacionales se mostraron favorables a ampliar el vencimiento de esta deuda, pero la negativa de CaixaBank y Banco Sabadell y «las dudas del BBVA imposibilitaron la renovación».
En total, CaixaBank, Banco Sabadell y BBVA suman 130 millones a un préstamo global de 400 millones, en el que también participaron entidades como HSBC, Commerzbank, BNP y DNB Suecia con otros 40 millones cada una, más la alemana Helaba, 27 millones. –, Bank of America –12 millones– y Banco Pichincha –6 millones–.
Sin embargo, el vencimiento final de los 400 millones es el 17 de julio, «pero la familia y el resto de socios de Scranton tenían que hacer una amortización muy relevante el próximo viernes».
«Grifols solicitó urgentemente una prórroga de cuatro meses o ‘renuncia’ para evitar que el préstamo fuera declarado impagado y el banco ejecutara los avales. La concesión de este acuerdo deberá ser autorizada por los acreedores por unanimidad», detalla ‘Confidencial’ .
La revisión de perspectivas refleja la opinión de Fitch de que el riesgo de refinanciación a corto plazo se ha reducido «significativamente» tras la emisión de 1.300 millones de euros de notas senior garantizadas y la venta de la participación mayoritaria de Grifols en Shanghai RAAS (SRAAS) por 1.600 millones de euros. lo que le permitirá hacer frente a sus importantes vencimientos de deuda en el primer semestre de 2025.»
«Observamos que la compañía aún no ha extendido su línea de crédito revolvente (RCF) con vencimiento en noviembre de 2025, pero esperamos hacerlo antes de finales de 2024», explicó Fitch.
La agencia añade que las calificaciones de Grifols están condicionadas «por su elevado apalancamiento, su baja liquidez y su flujo de caja libre (FCF) temporalmente moderado».
En general, Fitch dijo que espera un crecimiento «gradual» en el beneficio bruto operativo (Ebitda) durante los próximos cuatro años, impulsado por mayores ventas, menores costos de adquisición de plasma y lanzamientos de productos de Biotest.
Por su parte, Moody’s anunció al cierre del mercado de este miércoles que había rebajado la nota de la compañía catalana a ‘B3’ desde ‘B2’ debido a los niveles de apalancamiento de la compañía y su modelo de gobierno, poniendo fin a una revisión iniciada en marzo. 5 debido a una menor generación de caja y retraso en la publicación de sus cuentas auditadas.
La agencia explicó que la rebaja a B3 refleja el alto apalancamiento de Grifols -incluso a pesar de la reducción de deuda esperada por la reciente venta de activos-, así como la recuperación más lenta de lo esperado del flujo de caja libre, lo que se traducirá en indicadores de crédito que se verán afectados. Moody’s también afirmó que las consideraciones de gobernanza también fueron un factor clave en la rebaja. En particular, la previsión limitada del desempeño financiero, la gestión de riesgos de la empresa, un historial de desempeño deficiente, una estructura organizacional compleja y opaca que involucra transacciones entre partes, así como la rotación gerencial.
Reconocemos que Grifols ha realizado algunos cambios positivos en su gobierno, incluida la reciente separación de la dirección de los accionistas y el nombramiento de un nuevo consejero delegado. Sin embargo, en este momento, existe un historial limitado de las operaciones de la compañía después de estos cambios, dijo Moody’s.
Por su parte, la agencia también reconoció los pasos dados por la compañía catalana de hemoderivados para afrontar los vencimientos de sus bonos con vencimiento en el primer semestre de 2025 y mejorar su posición de liquidez.
En este sentido, señaló que recaudó 1.300 millones de euros en bonos senior garantizados colocados de forma privada y utilizó los ingresos para reembolsar sus 1.000 millones de euros en bonos senior no garantizados con vencimiento en mayo de 2025.
También indicó que Grifols ha cerrado la venta de una participación del 20% en Shanghai RAAS (SRAAS) y espera utilizar la recaudación (1.600 millones de euros) para reducir su deuda senior garantizada.
Sin embargo, Moody’s concluyó que la liquidez de Grifols es frágil, aunque adecuada para los próximos doce meses. Además, señalaron que mantener una liquidez adecuada dependerá de que Grifols vuelva a generar flujo de caja libre positivo.
Por su parte, Fitch Ratings revisó la perspectiva de la calificación crediticia a largo plazo de Grifols de negativa a estable y confirmó la calificación en “B+”.
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