Galicia declara afectadas 854 hectáreas agrícolas por tormentas, 291 en un día.

Galicia declara afectadas 854 hectáreas agrícolas por tormentas, 291 en un día.

Un total de 854 hectáreas de cultivos han sido declaradas dañadas en Galicia en lo que va de año a consecuencia de fenómenos meteorológicos adversos, según datos del Grupo Español de Entidades Combinadas de Seguros Agrarios (Agroseguro), que estima más de un tercio (291 hectáreas) de la zona devastada en un solo día en la comunidad: el del pasado 26 de junio.

El paso de una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) con fuertes lluvias acompañadas de granizo que obligó a activar alertas naranjas y amarillas durante esa jornada en zonas de las provincias de Ourense y Lugo, provocó importantes daños en campos de cultivo ya golpeados, en en algunos casos, debido a las condiciones climáticas registradas en la comunidad durante los meses centrales de primavera.

Unos daños, con especial incidencia en los cultivos de cereales y patatas, que se vieron especialmente afectados en la comarca de A Limia, en Ourense, provincia que acumula, según los datos facilitados a Europa Press por Agroseguro, 510 de las 854 hectáreas dañadas que fueron reportados reportados. Pontevedra (178), Lugo (103) y A Coruña (63) completan el mapa regional de incidencias meteorológicas.

“Una tormenta puede ser beneficiosa o perjudicial dependiendo del cultivo, su momento e intensidad, porque no es lo mismo el daño que puede causar en la producción maderera que en la producción hortícola, donde una tormenta inundadora puede causar daños totales. en el caso del granizo, sus daños son muy frecuentes, porque su impacto produce heridas y rupturas en las plantas que, en numerosas ocasiones, pueden arruinar todo un cultivo”, subraya José Bernardo Rodríguez, director territorial de Agroseguro.

De las declaraciones de siniestro recibidas por el grupo asegurador, la mayoría corresponden a explotaciones de cultivos herbáceos (322 hectáreas); seguido de parcelas de vino (256); cultivos forrajeros (110); y otros productos hortícolas como patatas, cebollas, kiwis y fresas.

El granizo es el fenómeno tormentoso que mayores daños ha provocado en los cultivos en Galicia -628 hectáreas de cultivos fueron declaradas dañadas por este motivo-; mientras que las lluvias fueron las responsables de los daños reportados en 131 hectáreas y las inundaciones afectaron una superficie total de 94 hectáreas en lo que va del año, siempre según las incidencias reportadas a Agroseguro.

En total, 1.636 hectáreas agrícolas están dañadas en la comunidad autónoma por las que existe declaración, correspondiendo el porcentaje adicional al resto de riesgos cubiertos por el seguro agrario, como los daños causados ​​por las heladas o los provocados por la fauna.

La zona más afectada por el fuerte temporal registrado el pasado 26 de junio fue la comarca de A Limia, en la provincia de Ourense, donde en apenas una hora se recogieron 45 litros de agua por metro cuadrado acompañados de granizo. Un fenómeno que inundó numerosas parcelas de cultivo y castigó duramente los cultivos en las zonas de los municipios de Xinzo de Limia, Calvos de Randín, Os Blancos, Sandiás y Xunqueira de Ambía, provocando importantes daños en las explotaciones agrícolas.

Pero los problemas derivados de fenómenos meteorológicos desfavorables, explica a Europa Press María Teresa Joga, presidenta de la Asociación de Empresarios, Criadores y Agricultores de A Limia (Adegal), ya empezaron a manifestarse en la región mucho antes. «Fue un año catastrófico. Cuando se sembraron los cereales de invierno, comenzaron las lluvias iniciales y una parte no se pudo sembrar. Y de los cereales de primavera, lo poco que se pudo sembrar desapareció con estas últimas tormentas», dijo. resume.

Aunque todavía es pronto para evaluar y cuantificar el impacto en términos económicos, aunque parezca a estas alturas «totalmente imposible», el presidente Adegal estima que las pérdidas en la producción de cereales de invierno pueden ascender «tranquilamente al 80% de la cosecha». .” y que los correspondientes a los cereales de primavera serán «totales en los puntos más calurosos» de la región afectada por la tormenta a finales de junio.

Sin embargo, el cultivo de la patata es el más importante actualmente en una región donde este tubérculo representa un verdadero motor económico en términos de producción. «Este año tenemos un problema con la accesibilidad de las parcelas, pero las plantas también nos pillaron en un estado muy inicial, por lo que el comportamiento de la patata podría ser el de pudrirse. Y si se pudre, no tenemos salvación», admite María teresa. Yoga.

Para el presidente de Adegal, grupo que agrupa a más de 500 asociados entre agricultores, ganaderos y empresarios vinculados al sector primario de la región, las próximas semanas serán decisivas para salvar parte de la producción de la «granera gallega». «A las plantas que ya estaban en el suelo, la granizada las aplastó mucho, lo cual es preocupante, pero el mayor temor que tenemos ahora es que si este mes de julio viene con temperaturas muy altas, que sería lo normal, la planta no resistir», concluye.

Óscar Joga es uno de los muchos productores de la zona cuyos cultivos se vieron gravemente afectados por las tormentas. Sus plantaciones de patatas, colza y cebada no darán el rendimiento esperado este año. «Hubo un pelado en la colza porque cayó mucho granizo y abrió las vainas, por lo que se perdió parte de la cosecha. Con el problema de la papa, es como si le pasaran una motosierra», dice.

«La patata que se daña de esta manera se puede recuperar, pero el cultivo ya está dañado. Ya no producirá lo que debía producir», añade el agricultor, que estima que disminuirá la producción del tubérculo en sus parcelas. durante este período. temporada de «al menos el 30%».

Una semana antes de que el granizo y la tormenta azotaran las plantaciones de A Limia, el municipio lucense de A Pastoriza fue escenario, el 18 de junio, de una violenta tormenta de granizo que arrasó con los cultivos y provocó importantes daños en los huertos domésticos de los vecinos de las parroquias de Bretoña y Saldanxe.

«Fue algo puntual, incluso dentro del propio municipio, algo muy localizado en algunas parroquias pero que afectó a las huertas de los vecinos y también a algunos frutales. No hubo grandes fincas que resultaron dañadas», explica, en relación al episodio vivido. , el alcalde de A Pastoriza, Darío Cabaneiro.

Un episodio que provocó pérdidas totales a los pequeños agricultores de la zona y a algunas parroquias vecinas que, sin embargo, no tienen, sin embargo, en la mayoría de los casos, sus tierras destinadas al autoconsumo cubiertas por ningún tipo de seguro.

«Los daños afectaron a productos de la huerta como patatas o judías, pero eran cultivos convencionales para consumo personal, no cultivos ecológicos ni productos agrícolas. Y cuando a alguien se le echa a perder la cosecha en el huerto de su casa, ni siquiera llama a ningún sitio para avisar de que se ha echado a perder porque muchas veces no hay seguro», reflexiona Francisco López, presidente del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia (Craega) y propietario de una explotación lechera en el municipio de A Pastoriza. Y a mediados de julio, todo el mundo sigue mirando al cielo gallego.

FUENTE

nuevaprensa.info

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