Las autoridades civiles y militares de Israel están en desacuerdo sobre la estrategia para combatir a Hamás
El gobierno y el ejército de Israel han tenido desacuerdos en los últimos días, reflejando tensiones internas sobre la estrategia de seguridad después de los ataques del 7 de octubre por parte de Hamás. Esto llevó a autoridades a lanzar una ofensiva contra la Franja de Gaza y abrir otros frentes en las fronteras de Israel.
Los ataques de Hamás y otras facciones palestinas han resultado en numerosas víctimas, provocando una sangrienta ofensiva israelí en Gaza y operaciones intensificadas en Cisjordania y Jerusalén. Esto ha generado presión internacional sobre Israel y tensiones entre la administración civil y la cúpula militar.
La unidad interna para repeler los ataques palestinos se ha debilitado sin un alto el fuego y un acuerdo político para el conflicto. Las tensiones se intensificaron con la salida de Benny Gantz del gabinete de guerra y la radicalización de posiciones dentro del Gobierno.
Hubo un enfrentamiento público entre Netanyahu y el Ejército después de la declaración de «pausas tácticas» en Gaza. Esta medida, criticada por Hamas y Naciones Unidas, reveló la falta de un plan post-conflicto y la necesidad de destruir las capacidades de Hamás.
Las críticas al Gobierno de Gaza por rechazar un alto el fuego y apostar por medios militares se suman a las tensiones con Hezbollah en la frontera con el Líbano. Las protestas contra Netanyahu por la falta de acuerdo con Hamás han generado represión policial y críticas internas en Israel.
Las diferencias dentro de la coalición gobernante han causado fricciones, especialmente en torno al reclutamiento de la comunidad ultraortodoxa. Las críticas a la falta de rendición de cuentas por los ataques del 7 de octubre han llevado a la demanda de una investigación nacional de «negligencia» por parte de las autoridades.
Netanyahu se ha resistido a abrir una investigación durante la ofensiva en Gaza, lo que ha aumentado las críticas y la presión interna. El análisis de los hechos podría generar más conflictos dentro del liderazgo del país en el futuro.