Flores comestibles para dar sabor a tus platos de verano

¿Qué hay más espléndido que un lecho de flores para alegrar un plato? Para un toque de color: pétalos. Para realzar una presentación: una flor. Para realzar la decoración de un plato: pistilos. El esplendor de la planta ocupa su lugar en la mesa. Dile adiós a la monotonía adoptando la cocina al estilo Matisse.
¿Por qué deberías cocinar las flores? Puede parecer la última moda para un restaurante gourmet innovador, pero en definitiva está lejos de ser el caso. Durante milenios, los seres humanos han comido flores. La alta cocina los ha devuelto al protagonismo para el máximo placer de amantes de la gastronomía y curiosos. Esta tendencia actual está inspirada en platos vegetarianos y veganos. El arte floral se vuelve culinario.
No es necesario cruzar la puerta de un restaurante con estrella Michelin para disfrutarlo. Puedes cocinar flores en casa, ya sea comprándolas o cosechándolas de tu jardín. Cada flor tiene su propio aroma y su sabor, pero ten cuidado, ¡no te las comas todas! Algunas incluso pueden ser tóxicas.
Las flores imprescindibles para poner en nuestros platos. Las violetas son ideales para decorar una ensalada. Aportan un sabor suave y floral, muy agradable en boca. Puedes decorar fácilmente un postre con ellas o puedes usarlas para preparar un almíbar. El cosmos tiene la misma utilidad que las violetas con un sabor casi idéntico, pero con más ligereza. De pétalos grandes, son un soporte ideal para aperitivos originales. Las flores de campana moradas y sus hojas tiernas aportan un toque delicado a las ensaladas. En cuanto a sus raíces, muy parecidas al salsifí, se pueden cocinar.
Si quieres darle una nota alegre a tu plato, piensa en el girasol. Sus pétalos son perfectos para decorar un jarrón y sus brotes al vapor recuerdan a las alcachofas. Los botones, a su vez, ofrecen un sabor picante y picante que combina bien con la acidez del limón. Las begonias. Y para condimentar una sopa, es la combinación ideal.
Experimentando con flores comestibles. Flores obviamente comestibles, no está limitado a esto. Estos son sólo algunos ejemplos para que te den ganas de cocinar y despierten tu curiosidad.
Si quieres impresionar a tus invitados, no dudes en experimentar con los aromas de las flores, inevitablemente tendrás un gran éxito.
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