Error común al congelar verduras
Al congelar tus calabacines para disfrutarlos durante todo el año, es importante evitar cometer errores que comprometan su calidad.
En verano, las calabazas son cosechadas y terminan en nuestros platos. Sin embargo, para conservarlas por más tiempo y evitar desperdiciarlas, muchas personas optan por congelarlas. ¡Aquí te mostramos qué debes y qué no debes hacer para disfrutar de tus calabacines durante todo el año!
Conservar calabacines durante todo el año.
El calabacín es fácil de guardar en el congelador. Sin embargo, es importante elegirlos firmes, frescos y sin rastros de moho. Todo tipo de calabacines, ya sean redondos, pequeños, grandes, amarillos o verdes, pueden conservarse en el congelador, incluso crudos. Los calabacines más pequeños contienen menos agua, por lo que quedarán más crujientes.
Antes de congelarlos, asegúrate de lavar los calabacines, quitarles los extremos y las semillas. Puedes cortarlos como desees, cuidando de preservar la piel. Guarda los calabacines en recipientes herméticos etiquetados con la fecha. Si deseas que queden más crujientes, puedes escurrirlos antes de congelarlos. Los calabacines crudos se pueden almacenar hasta 8 meses en el congelador.
El paso importante para evitar cualquier riesgo
Un paso esencial para optimizar la vida útil de los calabacines es escaldarlos. Este proceso destruye las enzimas responsables de la degradación del calabacín, reduciendo el tiempo de cocción y conservando su sabor, textura y color.
Antes de congelar los calabacines, lávalos, córtalos y sumérgelos en agua hirviendo por un minuto, luego enjuágalos con agua fría. Escúrrelos y guárdalos en recipientes herméticos en el congelador. Con este paso podrás conservarlos por más tiempo. Si los calabacines ya están cocidos, también se pueden congelar, pero durarán menos (entre 3 y 4 meses).
Consejos para un descongelado perfecto
El calabacín conserva su textura mejor cuando se congela en buenas condiciones. Al saber cuándo los vas a cocinar, sácalos del congelador y déjalos descongelar en el refrigerador el día anterior. Así solo tendrás que recalentarlos.
Si tienes sopa de calabacín congelada, simplemente recaliéntala en baño de agua o en una cacerola a fuego lento. La calabaza cruda o blanqueada también debe refrigerarse durante aproximadamente 24 horas.