En octubre, la Comunidad de Madrid entregará 137 viviendas de alquiler asequible del Plan Vive en Torrejón de Ardoz.
La promoción, que se encuentra en la calle Desmond Tutu de la ciudad, cuenta con 67 apartamentos de un dormitorio, 56 apartamentos de dos dormitorios y 14 apartamentos de tres dormitorios, además de áreas comunes con piscina, área deportiva, zona infantil, gimnasio, trastero y garaje con estaciones de carga para coches eléctricos. La construcción también cumple con criterios de sostenibilidad, habitabilidad y eficiencia energética, con climatización por aerotermia que combina calefacción y refrigeración.
Los inquilinos de estas viviendas pagarán entre 550 y 927 euros al mes, incluyendo impuestos comunitarios e IBI, lo que representa un costo hasta un 40% menor que el del mercado.
Gracias al Plan Vive, la Administración madrileña ofrece casi 8.500 viviendas, de las cuales 274 ya han sido entregadas en Alcorcón, 6.500 están en fase de ejecución; este año se completarán 4.000 y 2.391 ya están a la venta. En particular, hay 488 apartamentos en San Sebastián de los Reyes, 300 en Alcalá de Henares, 563 en Tres Cantos, 492 en Getafe, en los barrios de Los Molinos y Buenavista, y otros 548 en la ciudad de Alcorcón.
Para la construcción de estas viviendas, la Comunidad de Madrid ha optado por técnicas industrializadas que reducen significativamente los tiempos de construcción, así como por la colaboración público-privada como una solución eficaz para la gestión del territorio, un modelo innovador que ha despertado interés en otras regiones y países.
Requisitos para acceder a una vivienda del Plan Vive.
El requisito principal para optar a estas viviendas es que el solicitante las utilice como residencia habitual y no posea ninguna otra propiedad a su nombre en todo el territorio nacional. Además, deberá ser mayor de edad, tener nacionalidad española y tener prioridad las personas empadronadas en el municipio donde se encuentran las viviendas, aquellas que hayan trabajado en la localidad durante al menos tres años y las víctimas de violencia de género.
Otro aspecto importante es el límite de gastos, ya que no se puede destinar más del 35% de los ingresos netos anuales de la unidad familiar al pago total del alquiler al año.
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