ANC, Òmnium Cultural, Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), Consejo de la República (CdRep), Intersindical, Ciemen y CDR llamaron este miércoles a la unidad de los partidos independentistas en su manifiesto conjunto leído en las cinco movilizaciones de Barcelona. Tarragona, Lleida, Girona y Tortosa (Tarragona): «Aquí nadie se rinde».
En Barcelona, el presidente de la ANC, Lluís Llach, leyó el manifiesto; el de Ómnium, Xavier Antich; el de AMI, Jordi Gaseni; el de Ciemen, David Minoves; el secretario general de la Intersindical, Sergi Perelló; Teresa Vallverdú (CdRep) y Sònia Pascual (CDR Cataluña), en el escenario situado en el paseo Lluís Companys tras la manifestación de la Diada en la capital catalana.
En el texto, las entidades aseguran que la «lucha permanente y las disputas electorales» llevaron al socialista Salvador Illa a presidir la Generalitat.
También criticaron que los partidos independentistas «lograron llegar a un acuerdo y desarrollar una estrategia común para hacer efectivo el derecho de autodeterminación», a pesar de las numerosas movilizaciones convocadas por las entidades soberanistas.
«Les dimos mayorías parlamentarias, que ambos desperdiciaron en discusiones tenaces», y añadió textualmente que el Gobierno de Salvador Illa niega categóricamente el derecho a la autodeterminación y quiere poner fin al conflicto entre Cataluña y el Estado en los despachos.
Aseguraron que el Gobierno se jacta de haber pacificado Cataluña y con normalidad autonómica, mientras el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont no puede participar en los debates del Parlament y «el Estado judicial se niega a aplicar la amnistía a cientos de independentistas».
Además, lamentaron que la Generalitat esté en manos de «un Gobierno español que hace unos días se arrodilló ante Felipe VI, el rey del 3 de octubre», en referencia al discurso de Felipe VI tras el 1-O.
«Salimos a la calle porque ni estamos ni hemos estado tranquilos» -en ese momento los participantes gritaron «Al diablo con España»- e instaron a los independentistas a dejar de lamerse las heridas y organizarse.
Pusieron como ejemplo la unión de las entidades organizadoras de esta manifestación y el manifiesto conjunto: «Demostremos que el independentismo es fuerte, transversal, inteligente, que aquí nadie se rinde».
Para ellos, la independencia es la única manera en que los catalanes pueden decidir qué tierra quieren: «Para superar los desafíos de las sociedades modernas, necesitamos las herramientas de nuestro propio Estado, como la financiación».
Es más, las manifestaciones descentralizadas de esta Diada fueron convocadas en 5 ciudades -Barcelona, Girona, Lleida, Tarragona y Tortosa (Tarragona)- con el objetivo de representar, en cada una de ellas, una de las «consecuencias del robo fiscal» , que asciende a 22.000 millones de euros anuales.
También reclamaron la independencia para defender y promover el catalán; garantizar el acceso a viviendas asequibles; para que los ayuntamientos dispongan de recursos suficientes para desarrollar sus capacidades y «garantizar un futuro a la agricultura catalana».
«La subyugación al Estado español es una amenaza estructural a la supervivencia de la lengua y la cultura catalanas y a la garantía de un futuro digno», dijeron.