El primer motor de la historia que funciona sin él: ni siquiera debería arrancar. – Un motor revolucionario.
La industria del motor está experimentando un gran momento, especialmente con la innovación que se está generando en este sector. Dos empresas destacadas en el mundo de los motores están trabajando en un invento increíble que hará que los motores sean más cómodos, más pequeños y mucho más prácticos.
Mahle y Valeo, dos de las principales empresas de motores de vehículos eléctricos, están colaborando en el desarrollo de un proyecto para un motor eléctrico sin imanes permanentes ni tierras raras, llamado «Sistema interno de excitación eléctrica sin escobillas» (iBEE).
Este motor eléctrico revolucionario funcionará sin imanes permanentes y está diseñado para vehículos eléctricos de gama alta, lo que permitirá la fabricación de equipos más potentes. La colaboración entre Mahle y Valeo busca establecer un nuevo estándar en el diseño y la eficiencia de los ejes eléctricos, avanzando hacia la movilidad del futuro.
El proceso de funcionamiento de este innovador motor implica el uso de un sistema de inducción inalámbrico para magnetizar las bobinas del rotor, eliminando el desgaste de componentes físicos como imanes o escobillas. Además, contará con un sistema de refrigeración avanzado que le permitirá funcionar a una potencia superior, ideal para vehículos más grandes con potencias entre 295 y 469 CV.
Una de las ventajas más destacadas de este motor es que reducirá drásticamente las emisiones de carbono en un 40% y no dependerá de tierras raras. Esto lo convierte en una solución más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Además, al no utilizar tierras raras, que son materiales costosos y con un gran impacto ambiental, se espera que este motor sea más duradero. Funcionará con una red eléctrica de 800 V, el doble que la generación actual de coches eléctricos, lo que mejorará la transmisión de energía y reducirá los tiempos de carga de la batería.
En resumen, la colaboración entre Mahle y Valeo busca reducir significativamente la huella de carbono asociada a la fabricación y ciclo de vida de los motores eléctricos, marcando un hito importante en la industria automotriz hacia soluciones más innovadoras y sostenibles.
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