El presidente ecuatoriano, Daniel Novoa, dijo el miércoles que las fuerzas militares especiales de los países aliados pueden ingresar a Ecuador para apoyar las acciones contra las bandas de tráfico de drogas que operan en el país y se han lanzado durante cuatro años. Una espiral creciente de violencia.
Una declaración de la Secretaría de Comunicación indicó que el Gobierno ordenó iniciar contactos para la «incorporación de fuerzas especiales en los países aliados» de manera temporal y como apoyo para la policía y las fuerzas armadas ecuatorianas.
Las autoridades han argumentado, en el documento, que estas mafias operan en redes internacionales, por lo que es «necesario actuar juntos para combatirlos».
Nnovera ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores que emprendiera los enfoques para establecer acuerdos de cooperación «respetando el marco constitucional y el uso de los canales diplomáticos correspondientes». Pidió que la asamblea, dominada por la oposición, considerara esta iniciativa.
Ya en septiembre del año pasado, NOVOA envió al Tribunal Constitucional un proyecto de reforma parcial a la Carta Magna para permitir la instalación de bases militares extranjeras en el país. El tribunal se pronunció a favor de la iniciativa, que fue enviada por el Ejecutivo a la Asamblea, que debe decidir en dos debates para la aprobación o rechazo. Posteriormente, debe ratificarse en un referéndum.
Ecuador se enfrenta a una espiral de violencia que se disparó hace cuatro años y no cesa, a pesar de las autoridades, asegurando que hubiera una reducción en los homucidos después de 8,248 en 2023, cuando el país registró un registro de muertes violentas, a las 6.987 al final del último año.
El marco constitucional del Ecuador no permite este tipo de iniciativa. El artículo 5 de la Constitución establece que «no se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras o instalaciones extranjeras para fines militares».
El experto en seguridad, el coronel Mario Pazmiño, en declaraciones de Associated Press, cree que la propuesta del gobierno no se refiere a las tropas que van a Ecuador para luchar, pero cree que las fuerzas de cooperación deberían llegar al país «para apoyar tres áreas. En tres campos»: En acción de la información, apoyo en puertos y apoyo en prohibiciones marítimas.
Agregó que la orden de la asamblea es «para el personal militar, no en una base militar, que venga al país para lograr tales objetivos».
En Ecuador, una instalación militar de los Estados Unidos operaba entre 1999 y 2009, que monitoreada principalmente por los aviones, y en el océano se confiscó el transporte de drogas que fueron transportados en barcos u otros barcos menores. El presidente de ese período, Rafael Correa (2007-2017), concluyó el acuerdo que reclamaba problemas de soberanía.
