El porcentaje de trabajadores con contrato indefinido se acerca al 57% después de la reforma laboral.
La proporción de trabajadores permanentes discontinuos en el conjunto del mercado laboral era del 6,5% en mayo de 2024, 3,5 puntos más que en mayo de 2019, antes del impacto de la reforma laboral de 2021 y los efectos de la pandemia. Pese a este retroceso, es aún mayor la proporción de quienes tienen un contrato indefinido regular, cuya proporción aumentó del 47,6% en 2019 al 56,9%, casi 10 puntos más.
Así se refleja en los datos recogidos en un apartado incluido en el informe mensual sobre la economía española de CaixaBank Research y BPI Research, en el que se destaca la fuerte reducción de la tasa de temporalidad que se ha producido en España desde la aprobación de la reforma laboral en diciembre de 2021 y que contó con el acuerdo del Ministerio de Trabajo, sindicatos y empleadores.
El artículo, elaborado por los economistas Nuria Bustamante y Sergio Díaz, recuerda que en mayo la afiliación a la seguridad social alcanzó un nuevo máximo histórico de 21,3 millones, 1,88 millones más que en el mismo mes de 2019: solo en el último año la cifra ha aumentado. crecido por más de 506.000 afiliados. Durante este periodo, la tasa de temporalidad disminuyó significativamente: del total de afiliados al Régimen General en mayo, el 12,7% eran temporales, lo que contrasta con el 30,1% observado en el mismo mes de 2019.
La caída de la temporalidad fue más pronunciada en el sector privado, con una reducción de 18,6 puntos, hasta el 10,5%, mientras que en el sector público esta ratio se redujo hasta el 25,1% desde el 32,2%.
Por sectores y ramas de actividad, el descenso de la temporalidad fue mayor en aquellos que partieron de tasas más altas antes de la reforma laboral, como en la construcción, con una reducción de 43,2 puntos; la agricultura (22,9 puntos) y, dentro de los servicios, se destacan los descensos en las actividades de hostelería, recreación y administrativas, con ajustes de 29,8, 28,6 y 25,1 puntos, respectivamente.
En el periodo analizado, los afiliados con contrato indefinido pasaron del 61,7% al 78,0% del total: los afiliados a tiempo completo aumentaron un 34,2% y en concreto 2,45 millones de personas; los contratos a tiempo parcial, el 49,4%, con un incremento de 820.000 personas, y los contratos indefinidos intermitentes, que aumentaron en 637.000 personas hasta poco más de un millón, cifra 2,4 veces superior a la de 2019.
Sin embargo, según este análisis, el aumento de los contratos indefinidos discontinuados es «mucho menor» que el descenso de los afiliados con contrato temporal, que se redujeron un 52,6%, lo que supone un descenso de 2,38 millones. Así, la participación de los contratos indefinidos discontinuos sobre el total de contratos pasó del 3% en mayo de 2019 al 6,5% en mayo de este año, mientras que los contratos indefinidos a tiempo completo sitúan su cuota en el 56,9%, y los contratos a tiempo parcial en el 14,7%. .
Los asalariados fijos ordinarios aumentaron casi 10 puntos, porque en 2019 su proporción era del 47,6%, y también aumentaron los que tienen contrato a tiempo parcial, porque hace cinco años representaban el 11%.
Perdido afiliados permanentes discontinuos han ganado protagonismo en todos los sectores, pero especialmente en aquellos donde la actividad de los trabajadores es más estacional y se desarrolla de forma intermitente a lo largo del año, como la agricultura, donde representan ya el 12,3% del total de afiliados cuando en 2019 alcanzaban solo 5, 6. %; En el caso de la construcción representan ya el 3,2%, con un aumento de 2,8 puntos, y en los servicios, el 7,2%. Por el contrario, en la industria apenas aumentaron un punto, hasta el 3,1%.
Por actividades, la proporción de empleados fijos discontinuos es muy elevada en las actividades de hostelería y ocio (24% y 21,3% del total, respectivamente). En esta última actividad, por cierto, la cuota de este tipo de contratos fue la que más aumentó desde 2019 (13,9 puntos), muy por encima del aumento de la hostelería (11 puntos), según el artículo incluido en la newsletter CaixaBank Research recogido por Servimedia.
Teniendo en cuenta la edad de los trabajadores, la caída del empleo temporal fue mucho más pronunciada entre los jóvenes, casi 38 puntos entre los de 16 a 24 años. Como resultado, la dispersión por colectivo se ha reducido considerablemente: si en 2019 la diferencia entre la tasa más alta y la más baja (la correspondiente al grupo de 55 a 59 años) era de 36,4 puntos, en 2024 es de solo 8,6.
Aunque en todos los grupos de edad los contratos indefinidos que ganan más peso son los contratos a tiempo completo, destacan los menores de 25 años, donde se duplican hasta casi el 30% del total; En este último grupo, el inmovilizado discontinuado avanza con más fuerza, con más de 12 puntos, hasta el 15,0%.
Por comunidades autónomas, las más dependientes de las actividades agrarias, como Andalucía, Murcia o Extremadura, o del turismo, como los archipiélagos y la Comunidad Valenciana, son las que han registrado mayores descensos de empleo desde 2019, en torno a 20 puntos, en contraste con el menor