El juez confirma la detención de los sospechosos del incendio en El Alisal
El juzgado de instrucción número 4 de Santander ratificó la prisión provisional, comunicada y sin fianza decretada para los dos investigados por el incendio del garaje comunitario del barrio de El Alisal de Santander el pasado mes de abril y que fueron detenidos e ingresados en prisión a principios de este mes. Así coincide el juez de ese organismo en expedientes separados, a los que tuvo acceso Europa Press, que corroboran que la resolución anterior del titular del Juzgado 1, en funciones en ese momento, ha detenido a los sospechosos, de 37 y 38 años, en Bezana y Pechón.
Los autos fueron dictados luego de la comparecencia preliminar de las partes, en la que la Fiscalía solicitó la medida preventiva respectiva, mientras las defensas se interesaban por la libertad provisional sin fianza de sus clientes. El magistrado considera que en este caso se cumplen algunos requisitos que impone la ley para decretar la prisión preventiva, como asegurar la presencia del imputado en el juicio y evitar el riesgo de fuga por la «gran» pena que se podría aplicar por estos hechos.
Al respecto, muestra que el delito de incendio intencional se castiga con penas que van de diez a veinte años cuando entrañe peligro para la vida o la integridad física de las personas. A ellas, el juez suma las declaraciones de los testigos que han declarado hasta el momento, residentes en el edificio -situado en la calle José María Cossío, en la zona de Los Acebos-, y que reconocen a uno de los implicados, vecino suyo, como Persona que aparece entre los coches entre las 2:39 y las 2:54 del 11 de abril.
«Todos apuntan a lo mismo: que aunque no se le ve la cara, es plenamente identificable por su baja complexión, la gorra que lleva siempre, su pelo rubio ondulado e incluso su andar», apunta el juez. El magistrado añade que imágenes de las cámaras de seguridad lo muestran caminando hacia la zona de un vehículo, «el cual comienza a arder mientras él y su acompañante abandonan el lugar». Al respecto, afirman que salieron del garaje a las 2:54:05 y la luz del fuego comenzó a verse a las 2:54:19, es decir, catorce segundos después.
Y del análisis del tráfico de llamadas en el terminal de este sospechoso se desprende que «tenía mucha actividad, excepto la noche del incendio, cuando no se detectó actividad» y tenía el teléfono en «modo avión». Según el juez, esto es «un indicio evidente de su participación y planificación del evento». Asimismo, uno de los testigos identificó, durante la rueda de identificación realizada durante estas diligencias, al segundo implicado como acompañante del anterior y que «colaboró» en la quema de los coches estacionados en el garaje, según «consta en imágenes de seguridad».
Este testigo afirmó que conoció a los dos implicados «dos días antes» del incendio, de lo que se estableció que hubo un foco primario y varios secundarios y que él fue «provocado», según el informe pericial elaborado por la Policía Nacional. Y está pendiente otro acuerdo sobre el posible riesgo potencial de incendio. «El hecho de que sólo se haya causado daño material no excluye la posibilidad de comisión del hecho delictivo, y existen elementos indicativos que justifican esta atribución delictiva», dice el juez en sus resoluciones, en las que se refiere al acta.
Según él, el incendio -que fue extinguido a primera hora de la mañana sobre las 7.00 horas- dañó «gravemente» la estructura del garaje, con «desprendimientos» de paredes y columnas, así como suministros de agua y luces o bajantes, además de 67 vehículos y algunas viviendas. Así, «sin perjuicio del informe pericial, todo indica que el incendio podría haber provocado una situación de derrumbe de todo el edificio», concluye el magistrado.
Las llamas provocaron cuantiosos daños materiales, «muy graves» según la Policía, aunque no hubo heridos, salvo un bombero que resultó levemente herido con un corte en la mano. Y debido al denso humo generado, los vecinos de cuatro puertas tuvieron que permanecer en el interior de sus viviendas, sin luz ni agua, hasta que se extinguiera el fuego. Posteriormente, durante el día, ya en el exterior de las viviendas y en medio del extenso dispositivo desplegado en la zona, se quejaron de la falta de mantenimiento y negligencia en el garaje, que ya había sufrido otro incendio en 2007.
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