El gobierno de Navarra critica la gerencia de BSH por su «falta de humanidad»

El gobierno de Navarra insistió en que existen «alternativas» al cierre de la fábrica BSH en Esquíroz, debido a que «trabajaron en proyectos industriales que tendríamos noticias en unas pocas semanas» y criticaron la «falta impresionante de humanidad» de la gerencia de la compañía, que comunicó oficialmente la decisión en una videoconferencia el lunes.
En declaraciones a los medios de comunicación, la presidenta de Navarra, María Chivite, explicó que en la videoconferencia mantenida el lunes, tanto el gobierno regional como el ministerio expresaron su desacuerdo con la decisión.
«Los proyectos industriales que podrían ser solventes, proyectos de los que pronto tendríamos noticias, están siendo trabajados por Mikel Irujo y la Consejera de Derechos Sociales, Economía y Empleo, Carmen Maeztu», dijo Chivite.
Por lo tanto, como señaló Chivite: «Hemos transmitido, con la misma lealtad y sinceridad, que no compartimos la decisión y que sería mejor trabajar en alternativas industriales, lo cual es posible ya que la empresa no ha tenido pérdidas y ha extendido este proceso». «De hecho, incluso se acordó extenderlo de quince en quince días, sabiendo que hay empresas que necesitan una respuesta en unas pocas semanas, pero la empresa no mostró buena flexibilidad», agregó.
Después de destacar que «no compartimos esta decisión», criticó que «la parte social, la parte de los trabajadores y empleadores, nos obliga a redoblar esfuerzos en esa línea, en paralelo a la industrialización, donde estamos trabajando en diferentes alternativas, cuidando así la empresa».
«Ya ha habido visitas comerciales, declaraciones de interés de empresas y, por lo tanto, hay posibilidades para el futuro, pero, como digo, la empresa no mostró más flexibilidad», agregó.
Irujo compartió que «pedí más tiempo» para la gestión de la compañía y que «un grupo de trabajo en el que nos reunimos prácticamente semanalmente, a través del apoyo de un experto externo, ha contactado con innumerables compañías en todo el mundo». En este momento, dijo: «Sí, tenemos empresas activas, con un posible interés, en diferentes sectores».
«Pido tiempo, ya que necesitamos más tiempo para llevar a cabo todo este proceso de manera ordenada y con la premisa y prioridad exclusiva de defender cada puesto de trabajo y asegurar un futuro industrial para todos los trabajadores», afirmó.
En su opinión, esta decisión carece de humanidad. «Esto no está hecho, pregunté, acompañé, tendremos que continuar la colaboración con esta compañía, pero, por supuesto, explicó cuál es su prioridad y, por supuesto, los trabajadores», criticó.
Por su parte, Maeztu reiteró «la empatía y el apoyo del gobierno de Navarra» a los trabajadores de BSH y las empresas auxiliares, expresando «el desacuerdo con esta decisión en el inicio del proceso de consulta que comienza hoy con el periodo de constitución de la Mesa de Negociación, que tiene una duración de siete días, y luego siete días más, y luego otros siete días».
En este sentido, aseguró que el gobierno de Navarra se asegurará de que este proceso comience con las máximas garantías, respetando la legalidad vigente y el principio de buena fe que debe guiar el desempeño de cualquier empresa que merezca operar en esta tarea.
«Estaremos con los trabajadores, como lo hemos estado desde el principio, apoyando la defensa de sus puestos de trabajo y acompañando este proceso que ahora comienza para garantizar que se cumpla la ley y que todo se haga de buena fe», afirmó.
Al ser cuestionada sobre la justificación ofrecida por la dirección de la empresa para no extender los plazos, Chivite respondió que «creo que tienen una hoja de ruta perfectamente diseñada» y que «si se sentaron en la mesa, fue por insistencia de ambas instituciones», pero «no cambiaron sus intenciones desde el primer día».
«Tenemos varios proyectos industriales en una etapa avanzada. Sabemos que al menos uno de ellos iba a responder en las próximas semanas. No pedimos a la empresa seis meses, simplemente pedimos ver avances cada 15 días», enfatizó.
Después de subrayar que la empresa «no está en pérdidas», insistió en que «no entendemos ni compartimos la decisión, que podría haber sido pospuesta, como pedimos desde el principio».
En su opinión, «cualquier proceso de negociación» se desarrolla «en las mejores condiciones si hay paz social» y que «el ruido puede incluso truncar proyectos industriales». «Creo que es algo que nos interesa a todos. Interesa a los trabajadores, eso está claro, pero no es lo mismo obtener activos de una empresa cuando hay ruido de todo tipo. Entiendo que puedo hacerlo por respeto, no.»
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