El girasol gigante de más de 3 metros nunca antes visto.
El girasol, símbolo del sol, irradia alegría y resplandor. Encarna el espíritu navideño con sus colores brillantes y su innegable encanto. Es imprescindible en espacios de verano, pero también en pequeños jardines donde algunos entusiastas crean milagros.
Del campo a nuestros jardines: las múltiples virtudes del girasol
La gente comenzó a plantar girasoles por muchas razones. Originarias de América del Norte, estas plantas fueron cultivadas por primera vez por sus nutritivas semillas. En realidad, son ricos en aceite y proteínas, por lo que son un valioso recurso alimentario.
Su aceite también se utilizaba para cocinar y en medicina tradicional. Además de su valor nutricional, los girasoles son valorados por su deslumbrante belleza, embelleciendo paisajes y aportando color a jardines de todo el mundo.
¡Un girasol gigante en esta ciudad es algo inaudito!
Los girasoles son conocidos por su encanto y su tamaño impresionante, pero algunos ejemplares baten todos los récords. En el jardín d’Hans Mauer, ubicado en la asociación de jardines de huertos Nordpark II en Nuevo Brandeburgo en Alemania, hay un girasol con una altura notable de 2,80 metros. Esta planta es testimonio del cuidado y atención que Hans Mauer brinda a sus plantaciones.
La planta domina el paisaje con sus pétalos dorados ascendentes, majestuosa hasta el cielo. El girasol se ha convertido en un motivo de orgullo para la comunidad de jardineros de Neubrandenburg, ya que alcanza casi el tamaño de un árbol. Fue una sorpresa total, ya que las semillas fueron desplazadas por pájaros en su jardín en invierno.
Titanes del jardín: estas plantas que alcanzan alturas récord
El girasol más grande registrado fue cultivado por Hans-Peter Schiffer en Alemania, midiendo 9,17 metros de altura en 2014, un récord registrado en el Libro Guinness de los Récords. Este jardinero ostenta varios títulos con girasoles y utiliza técnicas especiales para alcanzar tales alturas, como soportes para mantener la planta estable.
Otro girasol gigante notable fue plantado en Karst, Países Bajos, alcanzando los 7,76 metros en 1986, suficiente para eclipsar los pintados por Van Gogh expuestos en Ámsterdam.