El G7 advierte sobre el peligro de escalada de conflicto en Oriente Medio
Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 afirmaron el lunes que las «acciones» y «contramedidas» amenazan con expandir el conflicto en la Franja de Gaza y el Líbano a toda la región de Oriente Medio, especialmente después de los recientes bombardeos israelíes contra la milicia chiita libanesa Hezbollah, que dejaron casi 500 muertos en un día, y el consecuente aumento de los ataques del grupo islamista contra territorio israelí.
Observaron con profunda preocupación la tendencia a la escalada de violencia en Medio Oriente y sus repercusiones en la estabilidad regional y las vidas de los civiles afectados por este conflicto, desde la Franja de Gaza hasta las acciones y contramedidas de la Línea Azul en el Líbano. Las reacciones del G7 corren el riesgo de amplificar esta peligrosa espiral de violencia y llevar a todo Oriente Medio a un conflicto regional más amplio con consecuencias inimaginables, según una declaración del G7 publicada por el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
El G7 consideró que ningún país de la región se beneficiaría de una mayor escalada y pidió el fin del «actual ciclo destructivo», elogiando el trabajo de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano en su papel de «estabilizador esencial».
Reiteraron su condena a los «horribles ataques» del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) del 7 de octubre y pidieron la liberación de las 101 personas secuestradas que permanecen cautivas en la Franja, así como el respeto al derecho internacional y humanitario y la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU para reducir las tensiones actuales.
Expresaron su compromiso con una solución de dos Estados que incluiría una Franja de Gaza «unificada» y Cisjordania bajo la Autoridad Palestina, destacando la importancia del reconocimiento mutuo y en el momento adecuado.
Manifestaron su preocupación por el riesgo de debilitamiento de la Autoridad Palestina debido a la inestabilidad en Cisjordania, causada por la violencia de colonos israelíes, la expansión de los asentamientos y la deteriorada situación de seguridad marcada por las operaciones israelíes.
Expresaron su alarma por el elevado número de víctimas civiles en el conflicto, señalando que la protección de los civiles debe ser una prioridad máxima para todas las partes en todo momento, y mostraron su preocupación por los niveles «sin precedentes» de inseguridad alimentaria en la Franja, pidiendo un acceso humanitario pleno y seguro para garantizar la protección de los civiles.
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