El fiscal afirma que la víctima de Liaño firmó su sentencia con la muerte, mientras la defensa solo ve «humo»

El fiscal del doble crimen de Liaño, en contra del acusado de matar en diciembre de 2021 a su compañera y a su hija de once meses, cree que el hombre «tenía claro» que las mataría cuando regresara a la casa de la que había sido evacuado por violar la orden de restricción que tenía sobre ellos, ya que no podía soportar que la madre «eligiera» a su hija y se quedara «en la calle».
Por lo tanto, la mujer «firmó la sentencia de muerte» al llamar a la Guardia Civil para denunciar a José R. -quien fue liberado en lugar de ser detenido, como señaló el representante del ministerio público en la acusación final durante el juicio, que se llevó a cabo en el Tribunal Provincial de Cantabria.
Durante la última etapa de la audiencia oral, la defensa concluyó que no había pruebas de acusación contra su cliente, aunque sí «indicios», como mensajes de texto y de voz que envió a su pareja durante meses, con amenazas de muerte, insultos y expresiones de odio hacia la niña. Sin embargo, para este abogado, esas pruebas son «bombas de humo» ya que «no son concluyentes».
El fiscal explicó a los miembros del tribunal que, a partir del jueves, tendrán que deliberar sobre los hechos que sustentan el veredicto, que en algún momento de la relación la víctima se vio obligada a elegir entre continuar con su pareja sentimental o proteger a la niña. Ella eligió proteger a su hija, lo que desencadenó más amenazas e insultos, a pesar de la prohibición de acercarse a ellos que seguía vigente.
Además, aunque los médicos no pudieron determinar quién murió primero entre los tres después de las nueve de la noche del 16 de diciembre de 2021, el fiscal está seguro de que José R., causante del «mayor sufrimiento» para la mujer, atacó primero a la niña (quien murió asfixiada), provocando que la madre (con seis puñaladas) «muriera desangrada al ver a su hija», que «no pudo regresar porque su padre la mató».
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