El fenómeno del gasto catastrófico
Ante la incertidumbre, muchas personas recurren al «gasto fatalista» en busca de consuelo. Descubra cómo este fenómeno le impide ahorrar dinero y cómo solucionarlo.
En tiempos de crisis e incertidumbre financiera, los comportamientos de compra evolucionan. Los «gastos de fatalidad» son un ejemplo sorprendente. Pero, ¿por qué este comportamiento nos impide ahorrar dinero y cómo podemos solucionarlo?
¿Qué es el «gasto fatal»?
¿Alguna vez compraste algo y pensaste que nunca podrías permitirte algo mejor? ¡Usted no está solo! Este fenómeno, llamado «gasto fatal», consiste en comprar productos de forma impulsiva. Esta tendencia reciente, exacerbada por períodos de crisis o incertidumbre, afecta especialmente a las generaciones más jóvenes. Este hábito va en contra de los principios de segunda mano y reciclaje.
Pero entonces, ¿por qué gastamos así? Cada vez más personas gastan generosamente para aliviar el estrés y la ansiedad. En tiempos de vulnerabilidad, estas compras placenteras pueden aparecer como una forma de consolarse, distrayéndose de los problemas financieros. Según El Independiente, cuando las personas ya no se hacen ilusiones acerca de adquirir bienes significativos como una casa, prefieren avanzar hacia la gratificación inmediata. Las situaciones que provocan ansiedad, como el aislamiento durante la pandemia, han amplificado este fenómeno. A diferencia de las generaciones anteriores que priorizaban el ahorro para grandes proyectos, las nuevas generaciones tienden a realizar compras impulsivas.
¿Cómo superar el «gasto fatal»?
¿Te preocupa este fenómeno y quieres cambiar? El primer paso es identificar la causa de estos comportamientos: Reconocer y comprender sus desencadenantes emocionales es clave para romper el ciclo del «gasto fatal». Pregúntate por qué compraste ese nuevo par de zapatos (cuando ya tienes varios pares similares) o ese televisor. ¿Realmente lo necesitabas?
Una vez identificadas claramente la situación y las causas, sigue estos consejos para controlar tus gastos impulsivos:
- Establecer un presupuesto estableciendo objetivos financieros claros y alcanzables.
- Reservar una pequeña cantidad para pequeños placeres.
- Cíñete al presupuesto establecido tanto como sea posible..
- Explorar alternativas no financieras para reemplazar las compras impulsivas: deportes, meditación, pasatiempos creativos o pasar tiempo con los seres queridos son actividades que pueden brindar comodidad.
- Buscar formas de motivarse: Además de su fondo de emergencia, un plan de viaje puede ayudarle a ahorrar en lugar de gastar.
¿El objetivo? Mantenerse enfocado en ahorrar en lugar de gastos innecesarios.