El descubrimiento en España.

La energía fotovoltaica se ha convertido rápidamente en una de las más solicitadas por diversos sectores industriales debido a sus grandes prestaciones energéticas. Sin embargo, la fiebre fotovoltaica se está convirtiendo en un riesgo para algunos países a medida que importantes cargas se sustituyen por el despliegue de paneles solares.
Toma de decisiones delicada que alarma a los agricultores
Recordemos que hace un tiempo evaluamos detalladamente la implementación de la energía fotovoltaica en el sector agrícola, en particular vimos la energía agrovoltaica. Se implementan campos solares justo encima de las plantaciones agrícolas, consiguiendo un mayor aprovechamiento del espacio y maximizando la recepción de la luz solar.
Italia se enfrenta actualmente a un importante dilema en relación con la instalación a gran escala de paneles solares en zonas agrícolas. En un esfuerzo para proteger el suelo y prevenir la desertificación de tierras fértiles, el gobierno implementó una prohibición total de estos proyectos en áreas dedicadas a la agricultura.
Esta medida tiene como objetivo mantener la productividad y la sostenibilidad de las tierras agrícolas, fundamental para la economía y la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, no todas las formas de energía solar están excluidas de las tierras agrícolas. Como mencioné antes, la energía agrovoltaica está permitida bajo ciertas condiciones.
Este innovador sistema requiere que los paneles solares se coloquen a una altura mínima de dos metros sobre el suelo. Esto evita daños a los cultivos y la tierra, sin mencionar que esto también evita la interrupción de las actividades agrícolas.
Un problema evidente: esto es lo que pasa con la fotovoltaica
Lo que propone inicialmente el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, es que lo mejor para los campos es regular el uso de paneles solares, ya que el terreno se destina principalmente a la producción agrícola, pese a que la producción energética también es compatible.
Aunque las prohibiciones pueden parecer extremadamente delicadas para muchos, el gobierno garantiza que aún los campos de paneles solares se pueden aplicar en áreas de concesión ferroviaria, a concesionarios de aeropuertos, en minas y canteras y otras áreas de protección de carriles carreteros, entre otros.
A pesar de esto, la noticia no fue muy bien recibida por los operadores energéticos ya que las instalaciones agrovoltaicas son mucho más complejas y costosas que las tradicionales. Agostino Re Rebaudengo, presidente de Elettricità Futura, asegura que levantar los paneles del suelo aumenta los problemas de viento y estanqueidad.
Una decisión importante para España
Siguiendo el ejemplo del gobierno italiano, SOS Rural, la asociación que agrupa a unas 300 organizaciones rurales, está impulsando una iniciativa popular en la búsqueda de que el gobierno español adopte las mismas medidas para proteger el suelo de la nación.
El portavoz de la citada asociación destacó que la implementación de energías renovables es necesaria para ayudar a la descarbonización, sin embargo, si se siguen aplicando campos solares en zonas rurales fértiles, existe el riesgo de pérdida del patrimonio enorme.
«España es muy grande y hay zonas improductivas en las que se podrían instalar paneles fotovoltaicos sin tener que sacrificar hectáreas que nos pueden dar alimento», afirma Natalia Corvalán.
A pesar de los pros y los contras de estas medidas gubernamentales, los agricultores y operadores fotovoltaicos ahora tendrán que cumplir con las nuevas reglas impuestas, explícitamente para preservar la fertilidad de los suelos italianos, sin correr el riesgo de dañar la tierra y las futuras plantaciones.