El crecimiento económico de Cantabria superará el nivel pre-crisis en un 7% en 2025, según BBVA Research

BBVA Research estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Cantabria podría crecer un 2,3% en 2024 y un 2,2% en 2025, apoyado en la progresiva mejora de la economía europea, lo que supondría que la comunidad se posicionaría el próximo año un 7% por encima del nivel económico anterior a la crisis.
Este crecimiento está impulsado por la buena evolución del sector servicios de Cantabria, especialmente el turismo, que compensa la «debilidad» de la industria y la exportación de bienes. Paralelamente al crecimiento del PIB, se espera que la tasa de desempleo de la UE se reduzca a menos del 8% en 2025 y se crearán 13.100 nuevos puestos de trabajo el próximo año.
Así se desprende del informe «Situación de Cantabria 2024» presentado este miércoles por el economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, y la directora del área territorial norte de BBVA en España, Marta Alonso, quienes también trasladaron el estudio al Gobierno regional.
Según ha explicado, la inercia de la economía de Cantabria es «relativamente buena» ya que se espera una «fuerte recuperación» y una tasa de creación de empleo del 0,6% en el segundo trimestre de este año, tras sufrir la destrucción de puestos de trabajo en el segundo mitad de 2023 como consecuencia del aumento de los precios de la energía y la inflación.
Aunque, pese a las previsiones positivas, BBVA Research detecta dos «vientos en contra» que pueden limitar el crecimiento, como son el ajuste fiscal que se espera tras la reintroducción de las normas fiscales a nivel europeo y el envejecimiento de la población, que reduce el crecimiento de los ingresos internos demanda y empleo.
En el lado positivo, la bajada del precio de la electricidad beneficiaría en mayor medida a Cantabria cuando las empresas renegocien sus tarifas, ya que es una de las más intensivas en el uso energético. Además, esto debería conducir a una reducción de los niveles de inflación hasta, según las previsiones, alrededor del 3% en la región.
En este contexto, BBVA Research estima que en 2025 la economía cántabra estaría un 7% por encima del nivel previo a la crisis gracias al sector servicios, que ha permitido la creación de nuevos puestos de trabajo en los últimos meses, especialmente en Santander y la costa este, con crecimiento por encima del promedio regional.
Las previsiones indican que el PIB per cápita de Cantabria crecerá un 54% más que la media nacional (0,8 puntos porcentuales al año frente a 0,5 puntos porcentuales en España). Como resultado, el PIB per cápita representará el 93% de la media española en 2025, frente al 91% de 2019.
El comercio y la construcción vuelven a contribuir positivamente al crecimiento tras la desaceleración del segundo semestre de 2023, aunque la aceleración del turismo fue un factor clave. En este ámbito, se nota el incremento de visitantes extranjeros, ya que el gasto con tarjetas extranjeras en TPV de BBVA aumentó un 68% interanual en el primer trimestre de 2024 en la comunidad, frente al 21% en España.
La información del segundo trimestre de 2024 indica un aumento del 57% en estos gastos externos, y este año los gastos registrados en la región se multiplican por 2,6 respecto a los registrados en el mismo período de 2019, cuando en el conjunto del país es multiplicado por 1,8.
En conjunto, el gasto con tarjetas en la región y registrado por BBVA, ya sea a través del gasto de sus clientes o mediante operaciones en los TPV del banco, mantuvo un incremento interanual en el primer semestre de 2024 en torno al 11%, similar al de España en su conjunto. El consumo asociado al transporte, el alojamiento y la restauración avanzó, mientras que el gasto en grandes superficies, ocio y deportes descendió.
Por otro lado, las inversiones en edificaciones y construcciones empiezan a responder a la ejecución de fondos del Plan de Transformación y Recuperación de la Resiliencia (PRTR) y se espera que se reflejen en los datos de 2024. En este sentido, Cantabria está recibiendo un mayor impulso provenientes de inversiones públicas.
La importación de bienes de equipo en Cantabria también evoluciona positivamente este año y se sitúa un 12% por encima de los niveles previos a la crisis. Tanto la construcción como la industria pesan más en la economía cántabra que en la española y, en consecuencia, si se consigue la aceleración de las inversiones, el impacto podría ser algo mayor en la región.
En cuanto a las exportaciones de bienes, están empezando a mostrar algunos signos positivos en los primeros cuatro meses de 2024, con una recuperación de las semimanufacturas y una menor caída interanual de los bienes de capital.
Sin embargo, los obstáculos mencionados anteriormente podrían moderar el crecimiento futuro. Como explicó Cardosa, una parte importante del aumento de la renta bruta disponible se concentra en familias de mayor edad, con rentas relativamente más altas, con determinadas necesidades ya cubiertas, y por tanto no se traslada al gasto. «Las personas mayores normalmente consumen más servicios y menos bienes, y los más jóvenes consumen más bienes y menos servicios».
Aquí es donde entra en juego el papel de la inmigración, que «podría ser clave» para limitar las tensiones en el mercado laboral e impulsar el crecimiento. Además, atraer talento y capacitar a los desempleados son «fundamentales» para compensar la disminución de la población en edad de trabajar y la escasez de mano de obra.
Asimismo, según BBVA, Cantabria también debe avanzar hacia una mayor diversificación de sus exportaciones, orientándolas hacia bienes de mayor valor añadido.
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