El Congreso dejó en 1995 el debate en manos del presidente.

El Consejo del Congreso volvió a suspender este jueves su decisión sobre la iniciativa de Junts que pide al presidente Pedro Sánchez que se someta a un voto de confianza, ya que el PSOE y Sumar se oponen a su tramitación, argumentando que este mecanismo es prerrogativa exclusiva del jefe de Gobierno. Pero existe un precedente de 1995, cuando se permitió debatir y votar otra propuesta no de ley que convocaba a elecciones generales, aunque también era prerrogativa exclusiva del presidente.
En su informe de diciembre, los abogados del Congreso no veían ningún obstáculo para tramitar la propuesta de Junts, ya que este tipo de iniciativas parlamentarias no legislativas no tienen efectos jurídicos ni son vinculantes para el Govern, cuyo presidente es efectivamente el único que puede hacerlo. activación del mecanismo de emisión de fideicomisos.
Para justificar un posible veto a la iniciativa de Junts, el PSOE siguió insistiendo en el argumento de que la cuestión de confianza es una prerrogativa del presidente del Gobierno, regulada en la Constitución, y que no puede imponerse desde fuera. Pero existe un precedente en el que el Consejo del Congreso tramitó una proposición anárquica de la oposición en la que se instaba al jefe del Ejecutivo a hacer uso de otra facultad exclusiva, la de disolver las Cortes y convocar elecciones.
Fue en el otoño de 1995, con Felipe González en el gobierno y un Consejo del Congreso en el que estaban PSOE, PP, CiU y PNV, siendo los nacionalistas, como ahora Sumar, la llave que dio la mayoría a los socialistas. La iniciativa fue registrada por Coalición Canaria (CC) en un contexto de debilidad parlamentaria del Gobierno socialista por escándalos de corrupción y fue tan breve como la que ahora discute Junts: «El Congreso insta al presidente del Gobierno a que, ante las graves crisis política, a hacer uso de sus prerrogativas constitucionales y convocar urgentemente elecciones generales.
Como ocurrió con Junts con la cuestión de confianza, se trató de una invitación al Govern a utilizar una de sus prerrogativas, pero claramente seguía siendo una iniciativa de control parlamentario y su aprobación no suponía la ejecución del procedimiento constitucional.
Hace 30 años, aquella propuesta anárquica obtuvo la aprobación del Consejo del Congreso, que entonces presidía otro político socialista balear, Félix Pons, aunque, como recordó esta semana el diario canario «La Provincia», también hubo un debate en su seno el órgano de gobierno de la Cámara. Y no sólo fue tramitado, también fue debatido en el Pleno del Congreso y votado. Además, dada la debilidad del gobierno socialista de Felipe González, la propuesta de CC estuvo cerca de salir adelante, pero el entonces líder del PSOE la descarriló al anunciar previamente su voluntad de adelantar a marzo de 1996 las elecciones, con las que los nacionalistas se adelantaban satisfecho y CC NLP acabó siendo rechazado.
En los últimos años, el Consejo del Congreso también ha abandonado iniciativas en materias que son competencia exclusiva de la Moncloa, como las que instan al Gobierno a convocar el Debate sobre el Estado de la Nación, pero con la propuesta de Junts la idea de los partidos en El Gobierno se detiene en seco.
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