El Congreso decide la privatización de Aerolíneas Argentinas
En medio del conflicto con los sindicatos, el gobierno de Javier Milei dio el primer paso para deshacerse de Aerolíneas Argentinas, en representación de los empleados, que debe ser aprobado por el Congreso.
Un decreto firmado por Milei y publicado en el Boletín Oficial declaró a la aerolínea «sujeta a privatización» argumentando que los argentinos no deben seguir financiando «el déficit de una empresa ineficiente». La privatización también apunta a ocuparse de las arcas públicas, uno de los principios básicos de las políticas de ajuste que Milei ha implementado desde que asumió la presidencia hace más de nueve meses.
El decreto indicó que la privatización de la empresa «debe ser realizada por el Ejecutivo Nacional y luego aprobada por ley por el Congreso».
El presidente intenta acelerar el traspaso de aerolíneas a manos privadas en un momento en el que hay dos proyectos al respecto. El partido gobernante está en desventaja numérica en ambas cámaras legislativas y necesitará los votos de sus aliados para llevar a cabo su plan.
Las aerolíneas, privatizadas en 1989 y cuya gestión en manos de capital español fue muy cuestionada en el país sudamericano, regresaron al estado en 2008 durante el mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Desde entonces, según el gobierno de Mila, las contribuciones estatales para el mantenimiento de la empresa han superado los 8 mil millones de dólares.
El decreto señala que a pesar del «grave resultado económico producido por la gestión de Aerolíneas Argentinas, sus empleados conservan importantes beneficios que contribuyen al agravamiento de la situación».
La medida se produce en medio de un amargo enfrentamiento entre el gobierno y los sindicalistas que representan a los pilotos y tripulantes de cabina de la compañía. Los sindicatos dicen que la inflación les ha hecho perder alrededor del 75% de su poder adquisitivo y han exigido aumentos del 25%, pero el gobierno les ha concedido el 11%.
En los primeros ocho meses del año, la inflación acumulada fue del 94,8%. Mientras tanto, el aumento anual del costo de vida fue de alrededor del 236%.
Ante la falta de respuestas, los sindicatos han organizado huelgas y manifestaciones en las últimas semanas que han provocado la cancelación de cientos de vuelos y pérdidas millonarias.
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