El Congreso bloquea avance en aprobación de presupuestos 2025
En esta sesión, el Pleno del Congreso rechazó los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para todas las administraciones por 178 votos contra 171 y ninguna abstención.
El ejecutivo esperaba aprobar sin problemas la senda fiscal propuesta para los próximos años, pero el voto en contra de Junts, en plena negociación entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat, hizo caer las metas y la tramitación oportuna de los presupuestos generales del Estado 2025 es complicada.
Y estos objetivos son el pistoletazo de salida para la tramitación de las cuentas públicas y la base sobre la que el Estado, las comunidades y las entidades locales establecen su techo de endeudamiento y déficit. Ahora, sin embargo, el Gobierno tendrá que volver a aprobar los objetivos y enviarlos a las Cortes Generales para su debate y votación, teniendo en cuenta las vacaciones de verano que ahora arrancan.
Fue la tercera vez este año que la Cámara Baja examinó los objetivos de estabilidad presupuestaria. El Gobierno presentó en dos filas los relativos a los Presupuestos de 2024, aunque al final esas cuentas no fueron tramitadas por las elecciones anticipadas en Cataluña, y siguen vigentes los de 2023, que fueron prorrogados automáticamente el 1 de enero.
Mientras defendía los objetivos, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, insistió en que la hoja de ruta que el Gobierno comprometió con las fuerzas políticas que apoyaron la investidura del presidente Pedro Sánchez -entre ellas Junts- «sigue su camino».
Independencia, sin embargo, decidió invertir el camino, argumentando que exige que el Gobierno asegure un déficit de una décima más a las comunidades autónomas en estos objetivos de estabilidad presupuestaria, para que tengan más capacidad y más recursos económicos.
«Pero no ha habido absolutamente ningún cambio», lamentó el portavoz adjunto de Junts en el Congreso, Josep Maria Cruset, tras criticar que el Gobierno no entiende que no tiene mayoría absoluta en la cámara y por tanto necesita otros grupos políticos, en este caso los 7 votos de Junts, para sacar adelante sus iniciativas.
«Es evidente que mientras no cambie esta realidad, que expuse ante esta falta de ejecución presupuestaria que tanto perjudica a Cataluña, el Govern no puede contar con los siete votos de Junts para tramitar los Presupuestos Generales del Estado del año. 2025», señaló Cruset.
El portavoz señaló que en esta legislatura han advertido en varias ocasiones que la formación no forma parte de ningún bloque de la cámara y que por tanto su voto a favor o en contra de las iniciativas que se impulsan depende de quién las lleve a cabo. afuera.
«También expliqué en las distintas intervenciones que se enmarcan con un solo criterio, que es que aquellas propuestas que sean favorables a Cataluña tendrán nuestro apoyo, y las que no, nuestra implicación no puede darse por descontada», ha subrayado.
El ejecutivo incluyó mejores previsiones de crecimiento macroeconómico, con un repunte del PIB hasta el 2,4% este año y el 2,2% en 2025, por lo que propuso una senda fiscal que dejaría el déficit público en el 2,5% en 2025, el 2,1% en 2026 y el 1,8%. % en 2027, además de reducir la deuda pública al final del periodo por debajo del 100%, un periodo temporal que estará marcado por la reactivación de las reglas de la normativa fiscal europea -suspendidas desde 2020 por la Covid -19-.
La Administración Central asumirá la mayor parte de la responsabilidad en el cumplimiento de los nuevos objetivos fiscales, dado que en 2025 deberá situar su déficit en el 2,2%, el 1,8% en 2026 y el 1,5% en 2027. El objetivo de déficit de las comunidades en 2025, 2026 y 2027 será será del 0,1%, mientras que los ayuntamientos y corporaciones locales tendrán un presupuesto equilibrado (0%) en 2025 y 2026.
Montero también informó sobre el tope de gasto no financiero, o «sending cap», que no se vota. Éste fija un límite de 199.171 millones de euros incluyendo los fondos de la Unión Europea.
El techo de gasto también incluye una transferencia del Estado a la Seguridad Social por importe de 22.881 millones de euros, un 7% más que el Presupuesto de la Seguridad Social de 2023 que puede tener un déficit del 0,2% en los próximos tres años.
Además de este límite de gasto, también se establece que la deuda pública de todas las administraciones se reducirá hasta el 103,6% del PIB en 2025, porcentaje que debería ser casi dos puntos inferior en 2026, cuando alcance el 101,8%. Finalmente, en 2027 estará por debajo del 100%, situándose en el 99,7%.
Siguiendo con la deuda pública, el objetivo fijado para las comunidades autónomas es el 20,8% del PIB en 2025, el 20% el año siguiente y el 19,4% en 2027. La deuda municipal, por su parte, seguirá una trayectoria descendente en los próximos años, pasando del 1,3 % en 2025 y 2026 y 1,2% en 2027.
Finalmente, la proyección de los ingresos del Estado es que crecerán un 5,4% en 2025 y un 6,5% en 2026. En cuanto a la regla de gasto, se ha fijado en el 3,2% en 2025, el 3,3% en 2026 y el 3,4% en 2027.
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