Un estudio realizado en la Universidad de Barcelona (UB) ha revelado el «impacto histórico» del clima en los conflictos humanos, sugiriendo que puede influir en la paz y seguridad mundiales.
Publicado en la revista científica «Ambio», el estudio muestra que los efectos del cambio climático no se limitan al aumento de las temperaturas o los fenómenos climáticos extremos, según informa UB en un comunicado.
La investigación, que involucra a unos 20 expertos de diferentes disciplinas, revela que eventos como sequías, inundaciones o cambios bruscos en las temperaturas han tenido un papel importante en el surgimiento de tensiones sociales y conflictos armados.
Uno de los casos estudiados se centra en Cataluña en el siglo XVII, un período marcado por graves inundaciones y sequías, que coincidieron con un aumento de la tensión social y persecuciones por brujería.
Los investigadores documentaron cómo en momentos de crisis climática se intensificaban las acusaciones de brujería, a menudo dirigidas contra mujeres como forma de canalizar la insatisfacción social.
El estudio también analiza otros casos históricos, como la crisis del Imperio Hitita hace más de 3.000 años, relacionada con una caída en la producción agrícola debido al cambio climático, y las revueltas campesinas en China desde el siglo XIX, agravadas por sequías extremas.
El estudio resalta que la cuenca mediterránea ha sido y sigue siendo una de las regiones más vulnerables al cambio climático.
Los autores advierten que la región mediterránea está actualmente expuesta a una combinación de presiones ambientales y socioeconómicas que podrían desencadenar conflictos si no se gestionan adecuadamente.
El estudio concluye que, aunque el clima puede desencadenar conflictos, la gravedad y persistencia de los mismos dependen en gran medida de las respuestas institucionales, la capacidad de adaptación de las comunidades y la gestión de recursos.