El café favorece la selección de bacterias beneficiosas en el intestino.
El café, además de ser el compañero inevitable al despertar, también es un «amigo» de la microbiota y por tanto de nuestro bienestar físico. El inmunólogo Mauro Minelli, reflexiona sobre el vínculo entre el consumo de café y nuestra microbiota. «Las bacterias de nuestro intestino parecen apreciar los efectos de la bebida más consumida en el mundo, después del agua. Las influencias del café en la microbiota intestinal pueden tener implicaciones importantes para la salud humana.»
Según algunos estudios, el café puede desempeñar un papel protector contra enfermedades como la diabetes tipo 2 y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. «Si bien es cierto que la comprensión de estos efectos se ha visto favorecida por estudios recientes, también es cierto que aún queda mucho por explorar en el mundo submarino, complejo e intrigante de la microbiota que discretamente gobierna y condiciona las fases de nuestra vida para bien o para mal», añade.
¿Por qué el café tiene efectos positivos sobre la microbiota? «Además de ser una bebida baja en calorías, contiene, entre otras moléculas, la famosa cafeína, un alcaloide capaz de favorecer la liberación y por tanto la biodisponibilidad de importantes neurotransmisores como la adrenalina. Además, se ha observado que la cafeína también es capaz de inhibir la secreción de factores inflamatorios, reduciendo así cualquier inflamación a nivel de la mucosa del colon.»
Entre los demás componentes del café se encuentran los polifenoles, entre los cuales el ácido cafeico merece una mención especial. «Por supuesto, los efectos negativos del café no faltan, considerando que esta bebida puede causar adicción y empeorar enfermedades cardiovasculares ya en curso. También es importante saber que el café produce una mayor secreción de jugos gástricos, por lo que quienes padecen reflujo gastroesofágico o gastritis deberían al menos reducir su consumo de café.»
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