El 29% de los propietarios de vehículos eléctricos quieren volver a un coche con motor de combustión interna
El mercado de los coches eléctricos está experimentando un crecimiento lento y no se debe subestimar la señal que envían los fabricantes de automóviles que han vuelto a invertir en motores de gasolina y diésel. Sin embargo, ¿qué piensan aquellos que ya han hecho la transición al coche eléctrico? El Pulso del Consumidor de Movilidad 2024 de McKinsey analizó en detalle la dinámica global de los mercados de vehículos eléctricos, incluyendo vehículos autónomos, movilidad compartida, micromovilidad e impacto de la digitalización y la conectividad. Con más de 30,000 encuestados en todo el mundo y más de 200 preguntas, este estudio ofrece una visión profunda de las expectativas de los consumidores y los factores que influyen en sus decisiones en diferentes regiones geográficas.
Uno de los hallazgos más sorprendentes de la encuesta de McKinsey es que, en promedio, el 29% de los propietarios de vehículos eléctricos expresaron la intención de reemplazar su vehículo eléctrico por uno de gasolina o diésel. Esta cifra es aún mayor en los Estados Unidos, donde el 38% de los propietarios de vehículos eléctricos tienen esa intención. Estos datos contrastan con la idea común de que una vez que se adquiere un vehículo eléctrico, los propietarios tienden a permanecer entusiastas y leales. La marca del coche eléctrico también puede tener un impacto significativo en este sentido.
A pesar de estos indicios, el porcentaje de consumidores que tienen la intención de comprar un vehículo eléctrico sigue aumentando. En 2021, el 14% de los 30,000 encuestados en todo el mundo indicaron que su próximo vehículo sería eléctrico, un porcentaje que se elevó al 18% en 2023. Philip Kampshoff, director del Centro McKinsey para la Movilidad del Futuro, enfatizó que las ventas de vehículos eléctricos no siguen necesariamente una tendencia unidireccional como se podría pensar. Aunque hay un creciente interés en los vehículos eléctricos, el crecimiento no es tan rápido como la industria originalmente esperaba.
McKinsey ha reducido sus proyecciones de crecimiento del mercado de vehículos eléctricos para 2030 del 20% al 15%, destacando una adopción más lenta de lo esperado. A pesar de esto, Kampshoff sigue siendo optimista sobre el futuro de los vehículos eléctricos, reconociendo que la difusión puede ser más lenta de lo previsto. Aunque la adopción de vehículos eléctricos avanza más lentamente, se sigue viendo de manera positiva, con expectativas de crecimiento continuo a largo plazo.
«Aunque esperamos una adopción más lenta, seguimos siendo bastante optimistas», afirmó Kampshoff. Los fabricantes de automóviles han tomado en cuenta estas proyecciones, como lo demuestra Volkswagen, que invertirá 60 mil millones en motores de gasolina y diésel después de anunciar su transición total a los vehículos eléctricos. Sin embargo, como siempre sucede, el mercado es el que decide.
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