Dos semanas después de la interrupción, siguen surgiendo más preguntas que respuestas sobre las causas del incidente que Electrica Red aún no ha aclarado. Preguntas no al año. Dos semanas después de detenerse, según analistas de la economía de Bloomberg.

Dos semanas después de la interrupción, siguen surgiendo más preguntas que respuestas sobre las causas del incidente que Electrica Red aún no ha aclarado. Preguntas no al año. Dos semanas después de detenerse, según analistas de la economía de Bloomberg.

El 28 de abril, un fallo en el sistema eléctrico dejó sin luz a toda la península ibérica. Desde entonces, ha habido debates políticos sobre la energía nuclear, de gas y renovable, una comisión de investigación que se ha prolongado en el tiempo y aún no se descarta la posibilidad de un ataque cibernético por parte del gobierno. Sin embargo, a dos semanas del incidente, hay más preguntas que respuestas sobre las causas que Electrica Red aún no ha aclarado.

El tercer vicepresidente y Ministro de Transición Ecológica y Desafío Demográfico, Sara Agesen, presidió la cuarta reunión de la Comisión que investiga las causas del apagón. La reunión tuvo lugar en la sede de Iberdrola y contó con la participación del CEO de la compañía, Mario Ruiz-Tagle.

Los grupos de trabajo continuaron trabajando durante el fin de semana, y se espera que el lunes se celebre una nueva reunión de la Comisión de Investigación. Sin embargo, habrá que esperar para conocer el resultado final de las investigaciones, como señaló el ministro.

En una intervención en el Congreso la semana pasada, Agesen mencionó que una investigación de este tipo, cuyos resultados deben ser enviados a la Comisión Europea, podría tardar entre tres y seis meses en completarse, aunque se pretende que esté finalizada antes de tres meses.

Hasta ahora, lo que se sabe es limitado. Red Eléctrica, el operador del sistema, informó que dos oscilaciones de un segundo y medio cada una se detuvieron a las 12:33 del lunes 28 de abril en el sur-oeste de España.

El Ministro de Transición Ecológica confirmó más tarde que hubo una tercera perturbación 19 segundos antes del incidente que causó una caída de 15 gigavatios (GW), lo que representa aproximadamente el 60% de la demanda del país.

El debate sobre quién tiene la culpa ha sido recurrente en los últimos días. Muchos han puesto la mirada en el operador del sistema, Red Eléctrica, y en su principal responsable, Beatriz Corredor, Presidenta de Redeia Matrix.

El debate también ha girado en torno a la energía nuclear. Algunos argumentan que con un mayor porcentaje de energía nuclear en la mezcla, la parada no habría ocurrido. Otros señalan a los propietarios de las centrales (Iberdrola, Endesa, Natury y EDP).

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, mencionó en el parlamento que los centros utilizaron generadores diésel de emergencia en las horas posteriores a la parada, pero volvieron a la normalidad después de desactivar el plan de emergencia debido a la fuente externa de energía, es decir, el sistema.

El almacenamiento de energía se ha convertido en un tema clave para preservar los excedentes de energía renovable y utilizarlos en momentos de menor oferta. También es esencial para proporcionar una capacidad de 20 GW que la energía nuclear aporta anualmente si se sigue el plan de cierre.

El impacto económico de la parada para el país ha sido significativo. Según algunos análisis, los costos son sorprendentes y podrían llegar a representar una décima parte del PIB trimestralmente.

En resumen, aún hay muchas incógnitas sobre las causas del apagón en la península ibérica el 28 de abril, y las investigaciones continúan para esclarecer lo sucedido.

Según los analistas de la economía de Bloomberg a los que Finance.com tuvo acceso, esta es una primera estimación.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas encriptan el PIB en el primer trimestre en 411,366 millones de euros, pero aún no reflejan el impacto en las empresas y la actividad económica de la falta de suministro eléctrico, que se estima en aproximadamente 2,000 millones de euros por un solo día de inactividad, según este análisis.

Debemos esperar a que se aclaren los hechos que causaron la parada para determinar el impacto económico en el país y si podría repetirse.

En resumen, la interrupción del suministro eléctrico el 28 de abril ha tenido un impacto significativo en la economía española. Aunque se ha sugerido que la disminución en el consumo de ese día se compensó en los días siguientes, se estima que la detención tuvo un costo del 0.5% en el PIB trimestral, aproximadamente 2,000 millones de euros. Este análisis se basa en los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas, que aún no reflejan completamente el impacto en las empresas y la actividad económica.

Las investigaciones para determinar las causas de la parada aún están en curso, con una comisión reunida para analizar los eventos. Se espera que los resultados finales se presenten en un plazo de tres a seis meses, aunque el objetivo es completar la investigación en un plazo más corto. Hasta el momento, se sabe que hubo varias perturbaciones en el sistema eléctrico, lo que resultó en una caída significativa en la capacidad de generación de energía del país.

Las discusiones sobre la responsabilidad de la parada se centran en el operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica, y en las decisiones tomadas tanto por la empresa como por el gobierno. Algunos expertos sugieren que factores ideológicos, en lugar de técnicos, pueden haber contribuido al colapso del sistema, especialmente en relación con la combinación de fuentes de energía utilizadas.

El debate sobre la energía nuclear también ha surgido, con opiniones divididas sobre si una mayor proporción de energía nuclear en la mezcla podría haber evitado la interrupción. Además, se discute la importancia del almacenamiento de energía, especialmente a través de tecnologías como baterías y plantas hidroeléctricas, para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico.

En última instancia, el incidente del 28 de abril ha puesto de relieve la importancia de garantizar la seguridad y la fiabilidad del sistema eléctrico español, así como la necesidad de explorar soluciones para evitar interrupciones similares en el futuro.

Además, la energía nuclear proporciona una capacidad de 20 GW al año si se sigue el plan de cierre.

Otro problema es el impacto económico que la parada ha tenido en el país. Según el análisis, las cifras varían considerablemente, pero en cualquier caso, la cantidad es sorprendente.

Según la investigación de Caixabank, detener la economía española tiene un costo de 400 millones de euros, alrededor de una décima parte del producto interno bruto (PIB) trimestralmente. Sin embargo, se asegura que la disminución en el consumo del 28 de abril se compensó con un efecto de retorno en los días siguientes, reduciendo a la mitad el impacto.

Otro análisis indica que la parada tiene un costo del 0,5% en el PIB trimestral, lo que equivale a aproximadamente 2,000 millones de euros. Esta es una estimación inicial de analistas económicos de Bloomberg a los que Finance.com tuvo acceso.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas cifran el PIB en el primer trimestre en 411,366 millones de euros, pero aún no incluyen el impacto en las empresas y la actividad económica debido a la falta de suministro eléctrico, que se estima en aproximadamente 2,000 millones de euros por un solo día de inactividad, según este análisis.

En cualquier caso, habrá que esperar a que se aclaren los hechos que llevaron a la parada para determinar el impacto económico en el país y si se puede repetir en el futuro.

FUENTE

nuevaprensa.info

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