La manifestación con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas reunió este lunes por la tarde en Barcelona a 1.500 personas según cifras de la Policía Urbana y a 20.000 según los organizadores de Noviembre Feminista.
La marcha comenzó sobre las 19.40 horas en el cruce del Passeig de Gràcia y la Avenida Diagonal bajo el lema «¡Vergüenza y miedo, para los agresores! ¡Gobiernos y estados, asuman su responsabilidad!’ y avanzó por el Passeig de Gràcia hasta el cruce con la Gran Vía.
Noviembre Feminista explicó que la movilización tiene como objetivo «aislar a los agresores que actúan con impunidad y presionar a las autoridades y gobiernos para que actúen».
Con pancartas como “¡Por una vida sin violencia machista!”, “Abajo el patriarcado”, “Educemos para no violar. No por cómo protegerse de la violación’ y ‘No están muertos, están asesinados’, los manifestantes marcharon al ritmo de la música ‘Dona Beat’ y tambores a lo largo del emblemático paseo marítimo de Barcelona.
También gritaron mensajes como “Pita, pita, el grito feminista”, “De norte a sur, de este a oeste, sigan la lucha cueste lo que cueste” y “Contra el patriarcado, acción directa”, “No guerra al patriarcado”. , «Basta de violencia machista», «No es no» y «Sólo sí es sí».
Antes del inicio de la marcha hubo un acto encabezado por la actriz Bia Mendéz en el que actuó el coro #Metoo y se expresó la solidaridad de los organizadores y participantes con la Comunidad Valenciana y todos los afectados por la DANA.
El manifiesto también fue leído por Gisela Cano y Carolina Andreu (Ca la Dona), Valentina Perea (Sindillar), Esther Viñas (Federación de Personas Sordas de Cataluña), Fanny Mackern (Regularización YA), Paula Santos (Mujeres Migrantes Diversas), la actriz Mont Plans y la activista trans Patrícia Caballero.
El manifiesto destacó que «la violencia machista no son hechos aislados, sino violencia estructural que forma parte de un sistema opresor», y reivindicó la responsabilidad colectiva, social y política para afrontar esta violencia.
Llamó a la fuerza colectiva de las identidades mujeres, lesbianas, trans y disidentes para «desmantelar y deconstruir el sistema cisheteropatriarcal, capitalista, racista, colonial y militarista que perpetúa esta violencia».
Además, con el mensaje “Unidas, Diversas, Vivas, Libres y Rebeldes”, apeló a la unidad y diversidad de las participantes, de diferentes edades y orígenes, destacando el carácter internacional de la demanda con los parlamentos de mujeres de Nicaragua, Palestina, Irán, Afganistán y Ucrania.
El documento también cuestiona el papel de los medios de comunicación, que «pueden ser cómplices de una narrativa que normaliza la violencia, el machismo», por lo que piden adoptar una perspectiva feminista a la hora de abordar la información sobre la violencia machista.
Además, pidieron la regulación de las plataformas digitales «para evitar la propagación de la violencia y la impunidad», así como la obligatoriedad de la educación emocional-sexual en todas las etapas educativas y la formación continua con perspectiva feminista para los docentes.
Entre las demandas de Noviembre Feminista se encuentran políticas públicas integrales con recursos para la protección y recuperación contra la violencia de género y la derogación de la ley de extranjería «por su violencia contra las mujeres migrantes y en situación administrativa irregular».