Día Mundial de la Conservación del Jaguar 2024: Protegiendo nuestra fauna salvaje
El 29 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Conservación del Jaguar para evitar la extinción del felino más grande y hermoso de Estados Unidos. Adorado como un dios por los aztecas, incas y mayas, la deforestación y la expansión del concreto lo han llevado al borde de la extinción en muchas regiones. Además, el comercio ilegal de sus piezas está aumentando en Internet y los traficantes de especies lo han convertido en una víctima alternativa al tigre, que está mucho más vigilado.
Un felino muy especial
Entre las 36 especies de esta familia de carnívoros, el jaguar es el tercer felino más grande. También es el más imponente de América, único continente donde habita. Anteriormente se podían encontrar ejemplares de jaguar, el jaguar (Panthera onca), desde el suroeste de Estados Unidos hasta el centro de Argentina.
Su territorio actual se extiende desde Centroamérica hasta el norte de Argentina en Sudamérica. Su hábitat preferido es la selva húmeda del Amazonas y la región del Pantanal, donde permanece en las zonas más boscosas cercanas a lagos, ríos y humedales, evitando ser visto en espacios abiertos.
Debido al enorme poder de su mandíbula, es capaz de partir el cráneo de un caimán o cocodrilo y romper el caparazón de una tortuga, por lo que tiene una dieta variada compuesta por más de 80 especies como dantas, aves, venados y monos. Ágil en tierra y gran trepador de árboles, también es un excelente nadador que se desplaza por el agua con sigilo y discreción.
El jaguar es lo que se llama una “especie paraguas” porque, ocupando una gran extensión de territorio, cuando se protege acaba salvando otras innumerables especies diferentes, tanto de fauna como de flora.
Al ser un carnívoro y no tener depredadores naturales, el jaguar juega un papel importante en la regulación de las poblaciones de sus presas, ya que al cazarlas mantiene el equilibrio de la cadena alimentaria, permitiendo el desarrollo de plantas jóvenes y otros animales, y asegurando la conservación del hábitat. Su desaparición afectaría a todo su ecosistema.
Tu peor enemigo: el hombre.
Su población está disminuyendo peligrosamente debido a la constante destrucción de su hábitat, la fragmentación de su área de distribución y los incendios provocados por el hombre, principalmente en beneficio del desarrollo de actividades agrícolas.
Y aunque la caza está completamente prohibida, porque el jaguar que ve limitados sus territorios no duda en atacar al ganado en las fincas del Pantanal, esto provoca que los dueños los persigan y los maten. A esto se suma la caza ilegal para el comercio de polluelos de esta especie, además de que sus colmillos se utilizan como amuletos y su piel es muy apreciada en peletería.
En peligro
Aunque el jaguar está clasificado globalmente como una especie Casi Amenazada según la Lista Roja de la UICN, regionalmente la situación es muy diferente, ya que hay muchos lugares donde se le considera Vulnerable o En Peligro de Extinción e incluso hay lugares donde ha desaparecido, como en EE.UU. En otras palabras, el peligro que enfrentan es muy real.
Esta clasificación de su estatus como Casi Amenazada se basa principalmente en la población que vive en la Amazonia, que es la más grande de todas y la que se encuentra en mejor situación, aunque esto no significa que esté a salvo, ni mucho menos, ya que las poblaciones de jaguares en las Américas superan las 30 y todas están amenazadas, algunas más que otras.
En el último siglo, el jaguar ha perdido casi el 40% de su hábitat, por lo que es imperativo actuar rápidamente para salvar esta especie. Además de ser blanco del tráfico de vida silvestre, la creciente destrucción de su hábitat y el crítico estado de sus corredores migratorios son quizás las mayores amenazas para este increíble felino.