Descubre cómo conseguir la ducha perfecta con estos pasos
A la hora de saber cómo debe ser esa ducha perfecta, sin duda la primera cuestión a resolver es si podemos ducharnos todos los días o no; pero también cómo y con qué hacerlo para no dañar nuestra piel y protegerla al máximo. Y es que la “ducha perfecta” supone no sólo la limpieza y el cuidado adecuado de la piel y el cabello, sino también una experiencia que puede resultar beneficiosa para nuestra salud.
Entrevistado en Europa Press Infosalus, La Dra. Luisa Martos, dermatóloga y especialista del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid, nos dice que la recomendación de ducharse todos los días puede variar en función de varios factores individuales y ambientales.
La frecuencia de la ducha puede variar según las necesidades individuales, como el nivel de actividad física, la exposición ambiental y las preferencias personales; «Las personas con piel más grasa, hiperhidrosis (sudoración excesiva) o un estilo de vida activo (ejercicio) pueden beneficiarse más de una ducha diaria que controlar para mantener una buena higiene», afirma.
Ducharse varias veces al día, según este experto, puede ser necesario en determinadas situaciones, como después de un ejercicio físico intenso o en climas muy calurosos; Sin embargo, advierte que Hacerlo repetidamente e innecesariamente puede despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que puede provocar sequedad e irritación de la piel.
Para esto le pregunté al Dr. Martos cómo debería ser esa ducha perfecta por lo cual nos dan las siguientes indicaciones:
Duración: mantener la duración de la ducha. entre 5 y 10 minutos, porque la exposición sostenida puede alterar la barrera epidérmica (puede eliminar los aceites naturales de la piel) y alterar el equilibrio de la piel; La exposición prolongada al agua puede deshidratar la piel, dejándola tirante y escamosa; Además, también tiene un impacto positivo en el medio ambiente y la economía nacional.
· ¿Te duchas con agua fría o caliente? La ducha con agua fría indica que puede mejorar la circulación sanguínea, tonificar la piel, liberar endorfinas y mejorar el estado de ánimo, indicando al mismo tiempo que es útil para aliviar los dolores musculares después del ejercicio. Eso sí, ten en cuenta que esto puede resultar incómodo al principio y puede que no sea la mejor opción si buscas una ducha relajante y reconfortante.
Si La ducha tibia retiene el agua, lo que ayuda a relajar los músculos y aliviar la tensión, mejora la calidad del sueño, y proporciona una sensación de confort; Sin embargo, este dermatólogo advierte que el agua caliente puede despojar a la piel de sus aceites naturales, provocando sequedad e irritación.
“No hay una respuesta definitiva sobre si es mejor ducharse con agua fría o caliente, ya que ambas tienen ventajas e inconvenientes. Lo ideal es encontrar el equilibrio que mejor se adapte a las preferencias del paciente y al tipo de piel. Personalmente, sugiero a mis pacientes una combinación de agua fría y caliente, que puede ofrecer lo mejor de ambos mundos», destaca el Dr. Martos.
· No pases demasiado tiempo en la ducha ya que esto puede causar varios problemas:
Deshidratación de la piel hasta el desgaste de la barrera cutánea: El agua caliente y el contacto prolongado con el agua eliminan los aceites naturales de la piel, esenciales para mantenerla hidratada; Esto puede provocar piel seca, escamosa y con picazón.
Usar la barrera cutánea: La exposición prolongada al agua puede dañar la barrera protectora de la piel; Una barrera cutánea debilitada hace que la piel sea más susceptible a infecciones y a la penetración de bacterias y otros irritantes.
· Irritación y sensibilidad: El uso prolongado de jabones y champús, especialmente aquellos que contienen fragancias y productos químicos agresivos, puede irritar la piel; Así, la piel puede volverse más sensible y propensa a irritaciones, enrojecimientos y erupciones.
Efectos sobre la circulación: Las duchas prolongadas y calientes pueden dilatar los vasos sanguíneos.
«Para mantener la piel sana y evitar estos efectos negativos, es importante limitar la duración de la ducha, utilizar agua tibia y productos suaves y aplicar una crema hidratante después del secado», defiende la doctora Luisa Martos, dermatóloga y especialista en el Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Princess.
Otro aspecto de la ducha perfecta a considerar es masaje de piel y cuero cabelludo tal y como defiende el especialista, desde este aspecto Puede mejorar la circulación sanguínea y promover el crecimiento saludable del cabello: «Puedes utilizar las yemas de los dedos para masajear suavemente el cuero cabelludo con movimientos circulares»
Asimismo, cree que podemos Aprovecha la ducha para exfoliar la piel y mejorar la limpieza una o dos veces por semana, evitando zonas sensibles. «Por último, la ducha también puede ser un momento de relajación y cuidado personal. Podemos dedicar unos minutos al terminar la ducha para simplemente disfrutar del agua y relajarnos, practicando técnicas de respiración profunda», apunta.
A este respecto, El final del proceso para una ducha perfecta debe cerrarse con el secado. En el caso del cabello, la experta afirma que es necesario secarlo adecuadamente para mantenerlo sano, evitar daños y reducir el riesgo de ‘frizz’ y puntas abiertas: ‘Debemos optar por métodos suaves como el secado al aire. posible, y utilizar productos que protejan el cabello del calor si decidimos utilizar secador.
La mejor forma es secar al aire, tal y como afirma este dermatólogo del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid. «Después de lavar el cabello, podemos eliminar el exceso de agua apretándolo suavemente con las manos, evitando el daño por fricción que pueden provocar las toallas», aconseja. Si utilizas toallas, el médico recomienda utilizar toallas de microfibra, o incluso utilizar una camiseta de algodón, apretando suavemente para absorber el agua.
Insiste en esto que No debemos frotar el cabello con la toalla., ya que esto puede provocar «encrespamiento» y daños en la cutícula del cabello. “Luego dejaremos el cabello suelto (sin hacer peinados apretados) lo que permite que se seque al aire”, apunta el doctor Martos.
Sin embargo, si se prefiere el secador, sugiere preparar el cabello aplicando un protector térmico sobre el cabello húmedo: «Es mejor configurar el secador a una temperatura baja a media y usar la configuración fría para terminar (minimiza el daño por calor y reduce el riesgo de «arrugarse»). Debemos mantener el secador a una distancia de unos 15 centímetros del cabello. «Y peina el cabello en secciones para que se seque uniformemente», añade.
Aplicar crema hidratante después del baño es fundamental para mantener la piel sana, hidratada y protegida, destaca este especialista del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid. Como se explicó, esta práctica ayuda a restaurar la humedad perdida, mantener la hidratación, prevenir la sequedad y mejorar la elasticidad de la piel.
También pretende fortalecer la barrera protectora de la piel y contribuir a una apariencia y sensación más saludables. “Es recomendable convertir esta rutina en un hábito diario para conseguir una piel suave, flexible y bien protegida”, apunta.
Entre los beneficios específicos del uso regular de cremas hidratantes se encuentran: Prevención de problemas dermatológicos como eccema y psoriasis. manteniendo al mismo tiempo que algunos humectantes no comedogénicos pueden ayudar a controlar el acné al mantener el equilibrio de humedad en la piel.
“Muchas cremas hidratantes contienen ingredientes activos beneficiosos como la vitamina E, el ácido hialurónico y las ceramidas que nutren y reparan la piel.. Otros como el lactato de sodio, la urea, la alantoína o aminoácidos especiales ayudan al mantenimiento de pacientes con dermatitis atópica, ictiosis y psoriasis, entre otras afecciones de la piel. Finalmente, estos ingredientes pueden aportar beneficios adicionales, como mejorar la elasticidad y reducir la inflamación”, apunta este experto.
FUENTE