Continuidad con matices en la política exterior de Harris

En este momento, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, está enfrentando al candidato republicano y expresidente Donald Trump en las elecciones de noviembre. Sus posiciones en política exterior, como el apoyo militar a Israel y Ucrania, las amenazas de una China en ascenso y la crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México, están siendo examinadas con mayor detalle.

En febrero, durante su discurso en la Conferencia de Seguridad de Munich, Harris expuso elementos de lo que un funcionario de la Casa Blanca describió como su visión del mundo.

«Creo que es de interés fundamental para el pueblo estadounidense que Estados Unidos cumpla su papel de larga data como líder mundial», dijo Harris.

Trump y sus aliados afirman que Harris será débil frente a los adversarios de Estados Unidos y continuará con lo que llaman las políticas desastrosas de Biden en varias regiones del mundo y en materia de inmigración ilegal.

«Era un vagabundo, un vicepresidente fallido en una administración fallida», dijo Trump en la cumbre Turning Point en Florida a fines del mes pasado. “Con millones de personas pasando. Y ella era la reina de la frontera.»

Harris tenía la tarea de coordinar las relaciones diplomáticas para abordar las causas fundamentales de la migración de miles de centroamericanos que intentan ingresar a Estados Unidos a través de la frontera cada año, pero ella no era la «zar» fronteriza de la administración.

Por otro lado, Harris destacó su experiencia como fiscal general de California procesando a «pandillas transnacionales, cárteles de la droga y traficantes de personas» que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos.

Conflicto en el Medio Oriente

Si es elegida, Harris heredará el esfuerzo actual de la administración para prevenir, si no para gestionar una guerra más amplia en el Medio Oriente, mientras continúa apoyando a su aliado Israel.

Desde entonces, este esfuerzo ha requerido amplios recursos diplomáticos y disuasión militar por parte de la administración, luego del ataque de Hamás del 7 de octubre que inició la guerra en Gaza.

Los analistas predicen que es poco probable que Harris se desvíe de los objetivos políticos a largo plazo de Biden: una solución de dos Estados que garantice la seguridad israelí y la condición de Estado palestino, y la integración regional de Israel y sus aliados árabes para contrarrestar a Irán y sus representantes.

Los funcionarios de la administración enfatizan que un alto el fuego en Gaza es un primer paso crucial. Después del asesinato de los líderes de Hamás y Hezbolá, sus representantes respaldados por Irán, esta semana, Harris reafirmó su apoyo al derecho de Israel a la autodefensa y pidió el fin inmediato de los combates.

Por otro lado, gran parte del electorado demócrata está enojado por el firme apoyo de la presidenta a Israel, por lo que parece estar proyectando un tono más comprensivo hacia los palestinos.

«No podemos darnos el lujo de volvernos insensibles al sufrimiento», dijo en declaraciones después de su reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la semana pasada. «Y no me quedaré en silencio.»

Seguridad europea

En Europa, Harris ha sido un firme partidario de los pilares políticos de Biden: ayudar a Ucrania a defender su soberanía y al mismo tiempo prevenir un conflicto directo con Rusia y mantener la unidad en las alianzas transatlánticas.

El funcionario de la Casa Blanca se negó a especular sobre cómo sería la política estadounidense hacia Ucrania bajo la administración Harris, pero señaló su historial en la defensa de Kiev.

«La han visto enfrentarse a dictadores como Putin, la han visto trabajar con nuestros aliados en Europa para asegurarse de que Ucrania tenga lo que necesita para defenderse», dijo el funcionario a la VOA. «Ella fue un componente crítico en el mantenimiento de la unidad de la OTAN».

En dos reuniones con Volodymyr Zelenskyy este año, en Munich y en la Cumbre de Paz de Suiza en junio, Harris aseguró al presidente ucraniano el compromiso de la administración de apoyar la lucha de su país contra Rusia, a pesar de la creciente oposición republicana del Congreso.

Si los republicanos conservan el control de la Cámara de Representantes y los demócratas pierden su escasa mayoría en el Senado, Harris tendría una batalla cuesta arriba para mantener el flujo de fondos estadounidenses a Ucrania.

Rivalidad con China

Harris ha sido el líder de la administración en la defensa de alianzas en el Indo-Pacífico, donde China está expandiendo su influencia diplomática y económica. Ha estado en la región varias veces y se reunió con líderes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y el Foro Económico de Asia Pacífico.

Comenzó oponiéndose a la creciente agresión de Beijing en el Mar de China Meridional, subrayando el compromiso de Estados Unidos de defender las «reglas y normas internacionales» y reafirmando el apoyo a Filipinas, un aliado del tratado.

En 2022, Harris se convirtió en el primer funcionario estadounidense de alto rango en visitar la pequeña cadena de islas Palawan en Filipinas, a solo 330 kilómetros al este de las disputadas Islas Spratly, reclamadas en su totalidad por China y en parte por Brunei, Malasia, Filipinas y Taiwán y Vietnam.

Continuará fortaleciendo estas asociaciones y alianzas, dijo Robert Daly, director del Instituto Kissinger del Centro Wilson sobre China y Estados Unidos.

En lo que respecta al comercio, Harris dijo que seguirá trabajando para reducir los riesgos de China continuando las actividades comerciales y de inversión, pero reduciendo la dependencia de un solo proveedor.

«Sabemos que cuando se postuló para la presidencia en 2020, se oponía bastante a los aranceles», dijo Daly. «Al igual que el presidente Biden, ella parece haber cambiado de opinión al respecto. Por tanto, más continuidad».

El vicepresidente también ha sido franco en cuestiones de derechos humanos y, como senador, trabajó en legislación contra los abusos en Hong Kong y Xinjiang, otra luz roja para Beijing.

Amenazas de seguridad no tradicionales

Harris se ha centrado en amenazas a la seguridad no tradicionales, presidiendo el Consejo Nacional Espacial y promoviendo las políticas climáticas y de inteligencia artificial de la administración en varios foros globales.

«Ella ha sido muy importante en estos temas de tecnología, espacio y clima», dijo Linda Robinson, investigadora principal de mujeres y política exterior del Consejo de Relaciones Exteriores.

«Ahí es donde se esperaría ver un esfuerzo real para intentar que la gente entienda que el cambio climático, si no se aborda rápidamente, habremos superado ese punto sin retorno», dijo.

Antes de su mandato como senadora, Harris se desempeñó como fiscal de distrito de San Francisco y fiscal general de California, con poca experiencia en política exterior. Pero en sus tres años y medio como vicepresidenta, viajó a 21 países y se reunió con 150 líderes.

Aún así, Trump y sus aliados han tratado de retratarla como una candidata inexperta y de bajo rendimiento, así como «una lunática de izquierda radical que destruirá nuestro país».

En respuesta, Harris desafió a Trump, quien aún no ha aceptado su desafío en un debate presidencial, diciendo: «Si tienes algo que decir, dímelo en la cara».