Consejo infalible para revivir planta quemada por el sol

¡En verano, ten cuidado con las quemaduras solares! Esta advertencia se aplica no solo a los humanos, sino también a las plantas. A pesar de necesitar la luz del sol para crecer, el calor puede causarles daños graves, a veces irreversibles. Sin embargo, no todo está perdido.

Quemaduras solares en plantas: ¿cómo detectarlas? Cuando hace calor, el sol brilla alto en el cielo y el agua se evapora rápidamente del suelo, es importante observar bien las plantas. Es probable que algunas de ellas sufran más calor del necesario. Si esto ocurre y ya no pueden resistir las altas temperaturas, su follaje se decolora repentinamente. Con el tiempo, los puntos brillantes que se forman se vuelven marrones, lo que indica que las hojas están muriendo.

Las plantas desplazadas suelen ser las más afectadas por este tipo de daño. Después de una poda importante de un árbol o arbusto que brindaba sombra, las plantas vecinas que ya no reciben esa sombra pueden tener problemas con el calor. Es importante inspeccionar las hojas más grandes y expuestas al sol, ya que son más propensas a sufrir quemaduras. Las hojas jóvenes y las partes de la planta en sombra no se verán afectadas.

¿Cómo combatir las enfermedades de las plantas? Las quemaduras solares afectan de manera diferente a cada tipo de planta. Algunas muestran síntomas el mismo día, especialmente las que tienen follaje fino y ligero o dorado, mientras que otras, como los rododendros y las camelias, pueden mostrar síntomas semanas después.

En cualquier caso, una vez identificada la quemadura, es importante no tocar las hojas afectadas. Si decides retirarlas, puedes hacer vulnerables las hojas que estaban protegidas debajo. Una solución es colocar un velo protector sobre la planta afectada para adaptarla gradualmente a la luz. También puedes optar por podar la planta para que crezca nuevas hojas más resistentes.

¿Cómo evitar quemaduras en las plantas? Para reducir el riesgo de quemaduras, es mejor no exponer las plantas al sol durante demasiado tiempo o de manera repentina. Este consejo es especialmente válido para las plantas en macetas. Para acostumbrarlas gradualmente al calor y la luz, colócalas primero en la sombra antes de exponerlas al sol directo. Evita podar bruscamente una planta si las vecinas se ven afectadas por el exceso de luz, y si es necesario, protégelas con una vela de sombra.

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