Cómo maximizar el beneficio económico en un proceso de divorcio

Por Yonatan Levoritz

El divorcio puede ser la opción correcta, pero a menudo conlleva importantes repercusiones financieras y un profundo impacto en el nivel de vida. Un estudio encontró que después de un divorcio, los hombres ven caer su nivel de vida en un 20%, mientras que las mujeres pueden experimentar una disminución de casi el 50%. Dado el potencial de reveses financieros, es fundamental que quienes atraviesan un divorcio se concentren en la estabilidad financiera a largo plazo y eviten errores comunes que podrían generar dificultades innecesarias una vez finalizado el divorcio.

Apuestas instantáneas

La mecánica del divorcio es abrumadora, y la división de bienes y finanzas relacionadas con la custodia altera significativamente el estatus económico. Tomar decisiones emocionales durante este período puede empeorar los errores financieros. Si bien las emociones suelen ser intensas, es esencial abordar el proceso de divorcio con una mentalidad empresarial, sopesando la relación costo-beneficio de cada decisión tomada durante el litigio. Los recursos deben asignarse sabiamente, ya que los gastos durante este período no se pueden recuperar fácilmente después del divorcio.

Las implicaciones financieras a largo plazo

La planificación financiera a largo plazo y la estabilidad de la jubilación son cruciales al dividir los activos.

El divorcio a menudo conduce a cambios en los comportamientos de administración del dinero. Por ejemplo, después de un divorcio, los hombres generalmente asumen más riesgos de inversión, mientras que las mujeres adoptan un enfoque más conservador a la hora de invertir. Ambos enfoques pueden ser razonables, pero pueden tener importantes consecuencias a largo plazo si se aplican sin una deliberación cuidadosa. Comprender los cambios en la tolerancia al riesgo puede ayudar a las personas a delimitar las reacciones emocionales de la toma de decisiones racional.