Coloca tus plantas de interior en lugares cálidos para protegerlas del frío.

Un rincón luminoso, pero no demasiado expuesto: encuentra el equilibrio perfecto
La falta de luz en invierno es un gran desafío. Los días son cortos, el cielo suele estar nublado y las plantas carecen de la luz necesaria para su crecimiento. Colocar una planta en el alféizar de la ventana puede parecer una buena idea, ¡pero cuidado con las ventanas mal aisladas! Una planta colocada cerca de una ventana helada puede sufrir sin que te des cuenta.
La mejor solución: Elija un lugar cercano a la luz natural, pero sin exposición directa al frío. Por ejemplo, un rincón luminoso a unos 50 cm de la ventana permitirá que la planta reciba luz y permanezca protegida de las corrientes de aire. También puedes voltear las plantas periódicamente para evitar que se inclinen hacia la luz.
Mantener las plantas alejadas de los radiadores: un gesto imprescindible para su bienestar
En invierno, existe una fuerte tentación de acercar las plantas de interior a nuestras fuentes de calor. Los radiadores y convectores pueden parecer inofensivos, pero el problema es que el calor seca el airecreando un ambiente muy hostil para nuestras plantas.
Algunos, como helechos o el calatheasliteralmente odian este aire demasiado seco y corren el riesgo de sufrirlo.
Coloque las plantas a una distancia de al menos 1 metro de los radiadores para evitar cualquier efecto de secado. También es útil rociar las hojas con un poco de agua o, mejor aún, poner un humidificador en la habitación para recrear una atmósfera ligeramente húmeda que recuerde a su entorno natural.
Borradores, estos enemigos silenciosos de las plantas de interior
Las corrientes frías están ocultas. No puedes verlos, pero pueden estresar considerablemente a las plantas. Una planta cerca de una puerta de entrada, una ventana mal aislada o una abertura de ventilación puede mostrar muy rápidamente signos de estrés, como hojas amarillentas o tallos blandos.
Mantenga las plantas alejadas de estas áreas de riesgo. Son más adecuados los rincones de habitaciones o lugares donde hay poca circulación de aire. Una buena guía: si el lugar es lo suficientemente agradable como para sentarse allí en invierno, sin duda será agradable para la planta.
Crea zonas protegidas para tus plantas más frágiles
Ciertas plantas en particular orquídeaEL sansevières o incluso el PotosíTienen necesidades especiales en términos de temperatura y humedad. El frío puede dañarlos rápidamente. Por tanto, la idea es encontrarles ubicaciones específicas, algo así como «zonas VIP» para plantas sensibles.
En estos rincones resguardados podemos agrupa las plantas para crear una especie de microclima: esto ayuda a mantener la humedad ligeramente más alta y la temperatura más estable. De hecho, las plantas agrupadas intercambian humedad entre sí, lo que ayuda a mantener una atmósfera más suave.
Un poco de ayuda con los accesorios: bandejas de agua y piedras.
Si el aire de la habitación sigue siendo demasiado seco a pesar de las precauciones, es posible darle un impulso extra con algunos accesorios sencillos pero eficaces.
Una bandeja llena de piedras y agua debajo de la maceta crea un efecto evaporativo que humedece el aire alrededor de la planta sin mojar directamente las raíces.
- los guijarros evita que las raíces permanezcan en contacto con el agua, lo que podría provocar que se pudran.
- Agua se evapora lentamente, creando una atmósfera ligeramente más húmeda alrededor de la planta.
Un método sencillo y muy útil para plantas tropicales como calatheas o el helechosque aman la humedad!
¿Qué pasa si realmente falta la luz? La solución de lámpara hortícola
A pesar de todas las precauciones, es posible que algunas plantas no reciban suficiente luz natural en invierno. Aquí es donde entran las lámparas hortícolas. Estas lámparas, especialmente diseñadas para complementar la luz natural, proporcionan un espectro luminoso adecuado para la fotosíntesis y pueden ser de gran ayuda para determinadas plantas más exigentes.
No es necesario encender todo el día. Unas 4 a 6 horas diarias son suficientes para compensar la falta de luz natural. Además, colocar las plantas a una distancia aproximada de 30 a 50 cm de la lámpara es óptimo para evitar cualquier riesgo de quemar las hojas.
No riegues demasiado: ten cuidado de no ser demasiado generoso
En invierno, las plantas de interior suelen entrar en un período de inactividad. Su metabolismo se ralentiza, lo que significa que necesitan menos agua. Pero hay mucha gente que por exceso de generosidad se sigue mojando como el verano. Esto puede provocar un exceso de humedad, lo que provoca que las raíces se pudran.
Mira al suelo. Mientras la superficie permanezca ligeramente húmeda no es necesario regar. Esperar a que la tierra se seque un poco antes de agregar agua es un buen hábito, especialmente para plantas como suculentas o el cactusque odian el exceso de humedad en invierno.
¡Y ahí está! Tus plantas están listas para afrontar el invierno
Aplicando estos pocos consejos, es posible afrontar la temporada de frío con total tranquilidad con tus plantas de interior. Con las ubicaciones adecuadas, un poco de vigilancia y algunos accesorios bien elegidos, se mantendrán en buena forma hasta que vuelvan los días soleados.
Así que este invierno, vigila de cerca tus plantas. Después de todo, son parte de la familia y merecen un poco de consuelo ante los rigores de la temporada.