Camargo despide al Carmelite Barefoot tras 141 años

El Consejo Municipal de Camargo honrará el próximo sábado 29 de marzo a los cinco religiosos que rechazaron el monasterio en el que las monjas pertenecientes a la orden del carmelita descalzo vivieron en Alto de Maliaño en 1884 y que se cierran por el hecho de que no tienen el mínimo de seis hermanas.
«Su historia está unida, de una manera inseparable, a la de las camargias, que nos despedimos de la tristeza y las gracias», dijo el alcalde, Diego Movellán, quien se lamentó de que las cinco personas religiosas aún vivan después de que las paredes de nuestra Señora en Carmen deben mudarse a otras residencias, por el mismo tiempo, por el mismo tiempo, Para mantener este espacio.
Una razón por la cual Movellán alentó a los vecinos que desean unirse a este adiós para acompañar a los cinco religiosos en la liturgia de agradecimiento el próximo sábado, comenzando a las 10 de la mañana, en la iglesia de este lugar. Un comercio que, según lo planeado, presidirá al obispo de la diócesis de Santander, Arturo Ros.
«Algunos de los religiosos viven en el monasterio de la Virgen María durante más de 60 años», dijo el consejero, quien anunció que, del consejo local, se tomó la decisión de «dejar un recuerdo de la historia de la orden y las monjas que nos acompañaron» en un tótem que se ubicará en el punto de vista existente.
«Hay 141 años de historia compartidos con Valea Camargo que no serán olvidados», reiteró Movellán, que enfatizó la importancia de rendir homenaje a estos religiosos, una comunidad «que marcó la historia de nuestro municipio con su vida de oración, entrega y servicio».
El alcalde también enfatizó que del Consejo Municipal «queremos despedirnos de Carmen, María Eloísa, Carmen María, María Victoria y María Paz, con el amor y el respeto que merece todo lo que han ofrecido a nuestro municipio». «No solo nos dejan su huella espiritual, sino también un ejemplo de vida dedicado a los demás», dijo.
Además, el alcalde se refirió a la «comodidad» de que «tantas personas» encontradas en esta congregación de «generaciones», que era «un pilar silencioso pero fundamental» en la vida de los camarones.
«Se van, pero queremos registrar que su herencia se queda con nosotros», dijo Movellán, quien enfatizó que, además del tótem que servirá como un «recuerdo», desde el ayuntamiento se entregará a los cinco religiosos una escultura que reproduce el portador de entrada en el Palacio de los Camargués por el Consejo de Villapuenti, en el curso de la ciudad, en el curso de la ciudad, Camargués.
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