Bosque Sonoro busca financiación tras la DANA.

Bosque Sonoro lanzó un ‘crowdfunding’ para intentar recuperar algunas de las pérdidas provocadas por la DANA y así poder continuar con el proyecto cultural en el futuro, tras las torrenciales lluvias que cayeron sobre la ciudad de Mozota, donde se desarrolló el evento. Tuvo lugar la noche del 8 al 9 de junio.
«El bosque estaba inoperable e inaccesible una semana después de lo sucedido y no pudimos entrar a limpiar y recuperar los equipos hasta unos días después. Durante este tiempo tuvimos diferentes empresas que nos acompañaron en todos los trabajos de limpieza hasta recuperar el acceso a la sede y recuperar todo”, dijo el portavoz de la OCRE y uno de los creadores de El Bosque Sonoro, Víctor Domínguez.
El crowdfunding ya está en marcha y las donaciones se pueden realizar a través de la plataforma de Goteo en el siguiente enlace: ‘goteo.cc/mozota’.
El dinero recaudado con esta microfinanciación se destinará a cubrir gastos y necesidades que no puedan cubrir el seguro de cancelación y responsabilidad civil del festival.
Estos gastos se derivan de las jornadas extras del personal de montaje y desmontaje, al no ser posible acceder a las zonas afectadas en el tiempo previsto. Durante estas semanas hubo que limpiar, reponer y reponer el material así como preparar el terreno con personal y maquinaria especializada.
Además, el objetivo es poder rehabilitar y acondicionar el entorno para que estas lluvias no causen en el futuro tantos daños como han causado.
«Nos sentimos muy queridos y acogidos en estas semanas por toda la gente que sigue este proyecto y que iba a asistir a los conciertos del domingo y al final no pudo, con todos los contratiempos que esto genera. Hemos recibido muchos mensajes de apoyo expresando su disposición a ayudarnos e incluso diciéndonos que no quieren que les devolvamos el dinero. Estamos muy satisfechos con la respuesta del público», explicó Domínguez.
Sin embargo, este «crowdfunding» pretende ir más allá y con el dinero recaudado promocionar este lugar como un espacio comunitario para la creación y desarrollo de proyectos culturales en el campo.
Para ello, es necesario seguir mejorando y completando el aislamiento de los contenedores (Los Nidos) que ya sirven como zona de trabajo, vestuarios y producción durante eventos culturales y al mismo tiempo como espacio de trabajo común (coworking). para toda la población durante todo el año.
«La posibilidad de estar conectados y poder trabajar y desarrollar proyectos desde aquí es fundamental para que podamos seguir creciendo. Es un motor y un impulso y no debemos abandonarlo», afirmó Domínguez. Y es que, una de las mejoras más importantes que se pueden hacer es dotar de servicios al espacio El Bosque Sonoro: acercar la electricidad a la red y así poder realizar eventos de forma sostenible, con menor impacto y en condiciones de seguridad. .
Recordó que el día de las lluvias, los generadores fueron apagados por motivos de seguridad y quedaron sin electricidad toda la noche. «Tener un suministro mínimo garantizado nos ayudaría en situaciones de emergencia y facilitaría la organización de eventos culturales a bajo coste», anotó.
Desde El Bosque Sonoro quieren ser parte de la comunidad energética de Mozota CEM, una cooperativa recientemente creada en la ciudad para ser autosuficientes en el consumo de energía y contribuir a sus beneficios sociales y ambientales.
A partir de la filosofía de este festival y con el objetivo de trabajar por el contexto rural a través de cuidadas propuestas culturales adaptadas a las singularidades de cada territorio, nació hace dos años la Organización Cultural en el Medio Rural (OCRE).
Esta organización sin ánimo de lucro dedicada al desarrollo y promoción de proyectos culturales y artísticos en el campo, distribuye su actividad en varios territorios aragoneses de las tres provincias.
Desde este espacio se coordina la oferta cultural de la OCRE, que abarca desde festivales de música, cine o danza hasta programación de conciertos y actividades de dinamización cultural, especialmente en aquellos municipios conocidos como “zonas de baja densidad poblacional”.
OCRE ha sido artífice de proyectos culturales como El Bosque Sonoro, el Festival de las Artes Ayerbe Brizna, el Festival Doña, Paisaje Sonoro, La Azotea de los Beatles o el proyecto de interacción artística «Lo que fui y lo que somos» en Aladrén.
“Desarrollamos estos proyectos culturales en lugares involucrados con la cultura y todo lo que ella conlleva. Nuestro objetivo es seguir trabajando en esta línea para poder crear otras propuestas en municipios comprometidos con la causa y que los que ya hemos creado evolucionen y continúen de la mejor manera posible”, comentó Domínguez.
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