Aumento de costes de kilometraje en 2025 no es generalizado
El gobierno les proporciona un salvavidas a los trabajadores a quienes se les han otorgado coches de empresa en 2024, pero aún están esperando ser entregados. Además, corrían el riesgo de ser afectados por las nuevas normas fiscales introducidas por la Ley de Presupuesto y vigentes desde el 1 de enero de 2025, que prevén un aumento evidente en el costo por kilómetro para la mayoría de los coches de gasolina, diésel e híbridos. Sin embargo, una enmienda de última hora debería resolver la situación, evitando penalizar los pedidos realizados antes de que la nueva legislación entre en vigor.
EL BENEFICIO DE LOS COCHES DE EMPRESA EN LA MARINA: NOVEDADES PARA 2025
Como se sabe, los coches de empresa (así como motocicletas, ciclomotores y autocaravanas) concedidos para uso mixto a los empleados, es decir, aquellos que pueden ser utilizados tanto para fines laborales como privados, constituyen una forma de remuneración «en especie» adicional a la remuneración principal en dinero, y por lo tanto están sujetos a la tributación correspondiente al beneficio secundario, que es una remuneración adicional en bienes o servicios. Actualmente, el impuesto se basa únicamente en las emisiones de CO2 (ciclo WLTP) y ofrece cuatro bandas de emisión, con el mismo número de porcentajes a aplicar al costo por kilómetro indicado en las tablas ACI. Pero a partir de enero, las cosas cambiarán.
En la práctica, el régimen fiscal ya no se basará en las emisiones de CO2, sino exclusivamente en el tipo de fuente de alimentación, con ventajas obvias para los vehículos eléctricos y híbridos enchufables y desventajas para los demás (especialmente los vehículos térmicos e híbridos con emisiones de CO2 de hasta 160 g/km). De hecho, la tributación de los contratos suscritos a partir del 1 de enero de 2025 cambiará de la siguiente manera:
– Coches eléctricos: 10%
– Coches híbridos enchufables: 20%
– Todas las demás fuentes de energía: 50%
Esto significa que los coches eléctricos y los híbridos enchufables pasarán de una tributación actual del 25% a una del 10% y del 20%, respectivamente. Mientras que los vehículos con emisiones de CO2 de 61 g/km a 160 g/km, es decir, la gran mayoría de los vehículos de empresa italianos (se estima alrededor del 85%), pasarán del actual 30% al 50%, aumentando significativamente las contribuciones del IRPF y de la seguridad social sobre el salario del trabajador y para la empresa.
MODIFICACIÓN PARA «GUARDAR» COCHES DE FACCIÓN YA PEDIDOS PERO AÚN NO ENTREGADOS
La modificación introducida por la Ley de Presupuesto fue duramente criticada por las asociaciones profesionales y, además, debido a su formulación, corría el riesgo de provocar una injusticia flagrante: es decir, cobrar las nuevas tasas impositivas por vehículos pedidos en 2024 pero que también serán entregados en 2025.
Sin embargo, una enmienda del Gobierno al presupuesto de fin de año debería introducir una cláusula de salvaguardia para garantizar que el aumento del costo por kilómetro, efectivo a partir del 1 de enero de 2025, para los vehículos con motor de combustión interna y los híbridos, no penalice a aquellos que están esperando (quizás durante meses) la entrega del auto. Más precisamente, la corrección establece que el sistema de cálculo actual del costo por kilómetro de los vehículos concedidos para uso de los empleados seguirá aplicándose a los trabajadores a quienes se les concedan vehículos de empresa desde el 1 de julio de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2024, así como a los empleados a quienes se les concedan vehículos en el primer semestre de 2025, que sean ordenados por los empleadores antes del 31 de diciembre de 2024.
¿LA NUEVA REGLA DEL COCHE DE EMPRESA SERÁ UN PROPIO GOL?
En cualquier caso, el cambio no es suficiente para calmar la ira de las asociaciones comerciales, que dicen que la nueva legislación corre el riesgo de convertirse en un verdadero gol para las arcas estatales y para la transición ecológica del parque automovilístico en circulación en Italia, con cargas para los empleados y las empresas, así como en detrimento de la industria automotriz, que ya se encuentra en dificultades. Según Alberto Viano, presidente de Aniasa (la asociación que representa el sector de servicios de movilidad dentro de Confindustria), «Hoy en día, el aumento de los impuestos sobre los coches utilizados por los empleados de la empresa supone golpear a un sector estratégico para la transición ecológica de la movilidad nacional, desacelerando la rotación de la flota en circulación. Por estos motivos, consideramos necesario revisar la medida, estableciendo un aumento diferido que no penalice el capital circulante actual, evitando repercusiones medioambientales y en el mercado del automóvil, que en estos años de crisis ve en el coche de empresa un auténtico pilar y en Hacienda».
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