Las denuncias de agresiones sexuales con penetración no violenta e intimidación en el seno de la pareja contra mujeres mayores de 16 años han aumentado un 14% en Cataluña en el último año, pasando de 164 casos entre el 31 de enero y el 31 de octubre de 2023 a 187 en el mismo periodo de 2024 , mientras que las violaciones con violencia e intimidación disminuyeron un 11% (de 360 a 320).
Así lo confirmó la portavoz de los Mossos d’Esquadra, la inspectora Montserrat Escudé, en una rueda de prensa este viernes para hacer balance de la violencia de género en el ámbito de pareja o expareja en Cataluña, en la que afirmó que después La aprobación de la Ley Orgánica 10/2022 de garantía global de la libertad sexual, conocida como la ley del «sólo sí es sí», «la gente entendió que para que haya violencia» no hay necesidad de intimidarlo o atacarlo físicamente.
También aumentaron un 185% las agresiones sexuales a mujeres menores de 16 años con penetración sin violencia ni intimidación, al pasar de 7 denuncias en 2023 a 20 en el mismo periodo de 2024, lo que Escudè vinculó fundamentalmente a dos factores.
Por un lado, tras la aprobación de la Ley Orgánica 10/2022, “las mujeres jóvenes identifican más fácilmente la violencia sexual en términos de consentimiento que de ejercicio de la violencia”.
Escudé insistió en que aunque en números absolutos la cifra aún no es relevante y no debe interpretarse como «alarmante», sí lo es por la significación que tiene, ya que la violencia sexual en el contexto de pareja es difícil de identificar tal como se produce. , normalmente sin llegar a la violencia física, por lo que algunas mujeres no identifican estas conductas como abusivas.
Por otro lado, se observó que 1 de cada 10 jóvenes, según un estudio del Centro Reina Sofía, «busca recuperar el modelo de masculinidad hegemónica tradicional» y tiene discursos antifeministas y que 4 de cada 10, sin negar la violencia de género, considera que las mujeres están sobreprotegidas y se relativiza o banaliza la gravedad de este tipo de violencia.
El portavoz añadió que las redes sociales, donde los jóvenes se mueven con absoluta naturalidad, son un difusor de cualquier tipo de violencia y que la pornografía «sigue siendo falocéntrica, machista y violenta», por lo que no puede ser el medio de educación de los niños de la zona. de la sexualidad y advirtió que el inicio de este consumo disminuye en promedio a los 8 años.