Argüello desea un «verdadero despertar» y «una llamada en la iglesia» del nuevo Papa.

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, expresó el martes su deseo de que la llegada del nuevo Papa, Leo XIV, represente «un verdadero despertar en las almas» y enfatizó que este evento no debería vivirse como «un hecho emocional», sino como «un atractivo para la comunión y la responsabilidad dentro de la iglesia».
Esto fue declarado durante la homilía pronunciada con motivo del San Pedro Regalado, patrón de Valladolid, durante la misa celebrada en la Catedral Capital. Al acto asistieron autoridades y civiles, incluido el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Caro, y otros miembros de la Corporación Municipal.
En su discurso, Argüello destacó la singularidad de estas vacaciones, marcadas por el «nacimiento de una nueva etapa en la vida de la iglesia» con la elección del nuevo sucesor de Pedro, Leo XIV, tras la muerte del Papa Francisco. Un evento que enmarcó durante la Pascua, como un signo de «renovación, esperanza y continuidad», explicó el arzobispo.
«La Iglesia dio la bienvenida a un nuevo sucesor de Pedro. La experiencia vivida en estas semanas nos permitió contemplar cómo el Espíritu continúa avanzando en la fe de la Iglesia», dijo, mientras destacaba el papel de Roma como «comunidad cristiana fundada en medio del mundo», pero «unida en fuerzas».
Argüello también reflexionó sobre el papel del Papa en la historia, a veces en tensión con los poderes terrenales. «A veces, la tiara del Papa quería imponerse sobre la corona de los emperadores, a veces era todo lo contrario. Pero el espíritu siempre estuvo presente para sostener esta única sucesión apostólica», dijo el Prelado de Valladolid.
En este sentido, pidió no contemplar el nombramiento del nuevo pontífice como un mero espectáculo, sino como «un ejemplo de cómo dar al mundo un testimonio para exigir la paz». Una paz que, mencionó, debe construirse en familias, parroquias e instituciones.
El arzobispo concluyó la homilía con un mensaje dirigido a los representantes públicos actuales, invitándolos a mantener un «diálogo respetuoso y un servicio compartido para todos los ciudadanos». Además, recordó el reciente acuerdo con la ciudad de Valladolid, la Junta de Castilla y León y la Arquidiócesis para revitalizar la Catedral en Valladolid.
Por su parte, el arzobispo resaltó la importancia de «recuperar la forma original» y «renovar y reformar desde el corazón de Cristo». «Estamos llamados a motivar, a regresar a la tradición viva en el momento histórico que vivimos», dijo Argüello.
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