Alcalde de Lorca y arquitectos piden embalses contra inundaciones
Gil está manteniendo reuniones de trabajo con colectivos profesionales para abordar la importancia de impulsar infraestructuras de defensa contra inundaciones, que en el municipio se centra en la realización de obras encaminadas a levantar presas en las ramblas «más peligrosas» que afectan al municipio y su comarca.
Después de recabar el dictamen de los expertos de la Delegación Territorial del Colegio de Geógrafos de la Región y de la comunidad de regantes de Lorca, el alcalde se reunió con la presidenta del Colegio Oficial de Arquitectos de la Región, María José Peñalver, y el vicedecano, Pedro Sanz, en el que analizaron el cumplimiento del Plan General de Defensa del Alto Guadalentín frente a Avenidas.
«En las reuniones que mantenemos con colegios profesionales de diversos campos técnicos, hay una línea argumental común que se repite constantemente, y que enfatiza la necesidad imperiosa de establecer medidas de defensa contra inundaciones», afirmó Gil.
Así, explicó que, como «se ha constatado desde todos los campos y perspectivas del análisis especializado», la solución «invariablemente» pasa por la construcción «en el menor tiempo posible» de represas que frenan los bulevares provenientes de los bulevares Nogalte, Béjar y Torrecilla, así como el canal de Biznaga, que desemboca en el agua entre las pedanías de Campillo y Purias.
Gil señaló que la corrección de esta zona endorreica «implica la puesta en funcionamiento lo antes posible de este nuevo canal, que permita que las aguas de lluvia no queden embalsadas junto a la carretera de Águilas, sino que fluyan por el terraplén de Biznaga».
Según el alcalde de Lorca, «en manos del Ministerio y de la Confederación Hidrográfica del Segura están las medidas que solucionarían los problemas que hoy sufren los habitantes de Torrecilla, Campillo y Purias cada vez que llueve», para lo que pidió a la central que el gobierno asuma la responsabilidad «sin demora».
En este sentido, le tendió la «mano» al Ejecutivo Nacional para que trabaje «de manera común y coordinada», pero, agregó, «desde la indignación compartida con los vecinos porque no se vieron avances en la construcción de estas represas y Canal Biznaga”.
«La paciencia de los lorcas no es infinita, de hecho, se ha agotado, y desde el Consistorio vamos a estar con los vecinos hasta que se realicen estas infraestructuras, recogidas en el Plan de Defensa contra Inundaciones elaborado tras las inundaciones de 2012, están construidos”, enfatizó.
Por su parte, Peñalver afirmó que la sesión de trabajo con el alcalde fue positiva. «Podemos decir que estamos trabajando en la misma dirección, compartiendo visiones y proyectos que consideramos especialmente útiles», afirmó, insistiendo en que «en este contexto no caben posiciones bloqueantes ni contradicciones, sino que necesitamos sentido común y consenso».
El titular del Colegio de Arquitectos de la Región comentó que «el agua no entiende de límites territoriales» y, en el caso de Lorca, «hay soluciones técnicas que hay que analizar e impulsar porque benefician a todos».
«En lugar de considerar las inversiones desde el punto de vista de su rentabilidad a corto plazo, deberían realizarse teniendo en cuenta la protección que proporcionarán a los ciudadanos, porque estamos hablando de la vida de las personas, que es lo que realmente importa», añadió.
Gil expresó su «preocupación» por el impacto que podrían tener las obras del corredor mediterráneo en caso de una calle mayor. «Estamos hablando de infraestructuras esenciales, pero tanto el Ayuntamiento como los vecinos están muy preocupados por su capacidad para dejar pasar el agua en caso de fuertes lluvias», afirmó.
Del mismo modo, comentó que “durante la última alerta de la DANA en la que nuestro municipio estuvo en alerta naranja, las empresas que realizan estas obras tuvieron que despejar rápidamente algunas ramblas para evitar problemas, hecho que aumenta nuestra preocupación”.
El Ayuntamiento ha explicado que el Ministerio de Transición Ecológica y Retos Demográficos «anuló los proyectos porque no justificaba su rentabilidad económica y no los incluyó en el Plan de Gestión del Riesgo de Inundaciones de la Cuenca del Segura 2022-2027».
