Acceso desigual a Unidades de Asma Grave en España

El Observatorio de la Salud (OdS) y la compañía GSK presentaron este lunes el «Manifiesto de las Unidades de Asma Grave», un documento que destaca el papel de este tipo de unidades en la mejora de la calidad de vida de los pacientes, al tiempo que denuncia el uso «injusto o igualitario» acceso que existe actualmente en España.
“Los profesionales tenemos la percepción de que las Unidades de Asma Grave funcionan muy bien, pero no tienen la amplitud que se debería esperar en la Administración Pública. Hay una grave desigualdad, estas unidades de asma están superpobladas especialmente en Madrid y Barcelona. A pesar de que hay 120 unidades acreditadas, hay provincias que no tienen Unidad, es una injusticia que no se puede justificar”, dijo el miembro del Comité Ejecutivo del GEMA, Vicente Plaza, quien presentó el documento.
El trabajo, en el que participó el Instituto Nacional del Asma Severa (INAG), destaca que el acceso no es justo ni equitativo debido a la ubicación geográfica de estas unidades, por lo que enfatiza que es fundamental una distribución estratégica a largo plazo en todo el país para «garantizar la eficiencia y la optimización».
Por ello, el manifiesto apuesta por crear una red de unidades de asma grave en todo el país y reforzar su presencia en aquellas zonas donde actualmente hay menos desarrollo. Según el documento, la realización de esta red deberá basarse en una identificación de los nodos de referencia con mayor «experiencia» para luego interconectarlos con centros médicos especializados, hospitales y unidades estratégicamente distribuidos en diferentes regiones geográficas.
En concreto, el principal objetivo es garantizar, a través de una cartera común de servicios, un acceso justo y eficiente a servicios especializados para los pacientes de toda España.
Al acto de presentación asistió el director general de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Salud, Pedro Gullón, quien felicitó a los autores por su trabajo y aseguró estudiar el documento. «Queremos discutir este informe para ver qué acciones se pueden tomar», indicó.
«Es fundamental mejorar la calidad de vida de las personas que reciben tratamiento crónico. Necesitamos acompañar a las personas que padecen asma grave y mejorar su calidad de vida», explicó Gullón.
Además, durante el evento se presentó el documento «Inspira. Rompiendo barreras en el asma grave’, que aborda un enfoque multidisciplinario de la patología. El proyecto destaca que la complejidad que caracteriza al asma grave requiere un enfoque personalizado, multidisciplinar e innovador para «garantizar un control adecuado de los síntomas y prevenir los ataques agudos».
«A pesar de la complejidad inherente del asma grave, la evaluación de los pacientes por parte de no especialistas es común, incluso por parte de neumólogos o especialistas en alergias. No basta con ser especialista en neumología o alergia; Es necesaria una mayor superespecialización en asma grave para evitar errores en la evaluación del manejo de la patología y prescripción subóptima (debido a exceso o defecto) de productos biológicos”, afirma el artículo.
Compromete así al Sistema Nacional de Salud (SNS) a mejorar el proceso de fijación de precios y financiación de nuevas indicaciones y medicamentos biológicos, ya que su aprobación por parte de las agencias reguladoras en España tarda más de dos años de media. Además, “Inspira. Eliminando barreras en el asma grave’ afirma que «hay una falta de concienciación, tanto en la sociedad en general como en el personal médico, los directivos y los responsables de la toma de decisiones en particular, sobre los problemas que esta patología plantea a los pacientes y al Servicio Nacional de Salud».
Los autores aseguran que sus consideraciones mejorarían la vida de estos pacientes con asma bronquial, una de las enfermedades respiratorias más extendidas que en España afecta aproximadamente a 3 millones de personas y al 10 por ciento de los niños y adolescentes. A pesar de los avances terapéuticos y la implementación de guías de práctica clínica, el 50 por ciento de las personas con asma no logran el control deseado.
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