A 600 metros bajo tierra, es tóxico.

A 600 metros bajo tierra, es tóxico.

Una planta transforma el CO2 en roca y produce hidrógeno. Se encuentra a 600 metros bajo tierra y es tóxico. Es la primera vez que una instalación captura y convierte dióxido de carbono, un gas que a menudo se asocia con daños, aunque en realidad no es tóxico ni dañino para la salud humana. El problema surge con altas concentraciones en espacios cerrados.

Altas concentraciones de dióxido de carbono pueden dificultar la respiración al reemplazar el oxígeno en el aire. Este gas incoloro e inodoro, compuesto por oxígeno y carbono, es una de las principales causas del calentamiento global.

Las emisiones humanas de dióxido de carbono han aumentado, causando graves consecuencias en el mundo. Paisajes biodiversos han sido desérticos y el cambio climático amenaza a la humanidad. Esta planta busca cambiar el paisaje mediante la captura eficiente de CO2 y su conversión.

El CO2 se convierte en roca y produce hidrógeno gracias a una planta en Islandia

Hace unos años, Islandia inauguró la primera central eléctrica de emisiones negativas del mundo, que captura CO2 del aire y lo convierte en mineral. Esto permite su almacenamiento permanente y evita su liberación a la atmósfera. Es una solución para limitar el aumento de temperatura según los objetivos de la Cumbre del Clima en París.

Según la empresa suiza El Clima Funciona, los científicos involucrados en el proyecto afirman que alcanzar objetivos será imposible sin eliminar el carbono. La tecnología utilizada fija el 60% de los gases producidos en la planta islandesa en forma de minerales para generar electricidad y agua caliente.

La planta en Hellisheidi, Islandia, busca funcionar sin emisiones a la atmósfera. Utiliza la tecnología DAC (Captura Directa de Aire) para mineralizar el dióxido de carbono a gran escala. Las pruebas comenzaron con la instalación de módulos en la fábrica.

La tecnología captura CO2 y sulfuro de hidrógeno del medio ambiente, los diluye en agua y los envía a 700 metros bajo tierra. Allí, reaccionan con las rocas basálticas y forman un mineral sólido para el almacenamiento permanente de los gases.

El CO2 y el hidrógeno se convierten gracias a Climeworks

Gracias a un filtro patentado por El Clima Funciona, se puede mineralizar el dióxido de carbono de manera acelerada. Este proceso imita la mineralización natural, pero en un tiempo mucho más corto, según Edda Sif Aradóttir, gerente de proyecto en Energía Reikiavik.

El proyecto CarbFix2, financiado por la Unión Europea a través de Horizonte 2020, ha dado un gran paso en la conversión de CO2 e hidrógeno. Aunque se habla mucho sobre los efectos devastadores del dióxido de carbono, existe un gas 20,000 veces peor.

FUENTE

nuevaprensa.info

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