Ayuso ataca la propuesta fiscal de Sánchez con reducciones en herencias, donaciones y primas de alquiler.
Así, en el ámbito de Sucesiones y Donaciones, el Ejecutivo regional prevé incrementar a partir de 2025 bonificación por transacciones entre hermanos y entre tíos y sobrinos por consanguinidad. Si actualmente es el 25%, Ayuso anunciará su aumenta hasta un 50%, convirtiendo a la Comunidad de Madrid en la primera región en introducir esta medida en ambos tipos de impuestos para ese grado de relación.
Además, Madrid irá 100% de descuento en donaciones esporádicas entre particulares para importes inferiores a 1.000 euros, eliminándose la exigencia de documento público para la aplicación de los existentes.
En total, estas dos medidas salvarán 130 millones de euros para los madrileños, subraya el Ejecutivo.
En cuanto a vivienda, el presidente también anunciará la ampliación de la deducción fiscal 1.234€ en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por alquilar la vivienda habitual. Ellos lo harán elevar la edad de los beneficiarios de 35 a 40 años, lo que beneficiará a 45.000 contribuyentes. Según los cálculos de la Hacienda Regional, la desgravación fiscal será de 50 millones de euros.
La Asamblea Regional ya tramita un proyecto de ley con reducciones de impuestos, con cuatro deducciones del impuesto sobre la renta personal para los propietarios que ponen en alquiler viviendas en desuso, para mitigar el aumento de las hipotecas variables por la subida de los tipos de interés y para luchar contra la despoblación, con especial atención a los menores de 30 años que reparan su vivienda (compra o alquiler) en municipios de menos de 2.500 habitantes habitantes.
Junto a una bonificación adicional al Impuesto de Transmisiones Inmobiliarias (ITP) en el caso de compra de vivienda de segunda mano, y a los Escrituras Jurídicas Documentadas (AJD) en el caso de vivienda nueva, el paquete fiscal que se tramita se cuantifica en 118 millones de euros.
El Gobierno central, por su parte, ya ha anunciado que aumentará la tributación a los más ricos, aunque aún no está claro qué vehículo será (IRPF o Impuesto sobre el Patrimonio), además de trabajar en reformas y impuestos permanentes a los bancos y empresas de energía.