Conducción autónoma: conductores a cargo de cambio de carril
Con la evolución de las tecnologías ADAS y la introducción de la conducción semiautónoma como el piloto automático de Tesla, el debate sobre la seguridad y responsabilidad del conductor se volvió cada vez más central. El Consejo Europeo de Seguridad del Transporte (ETSC), observador oficial del grupo operativo de la ONU sobre sistemas avanzados de asistencia al conductor, ha planteado recientemente importantes preocupaciones sobre la trascendencia de estas tecnologías emergentes y el camino recorrido por los fabricantes de automóviles.
PRÓXIMAMENTE NUEVA NORMATIVA SOBRE LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA
UNECE (Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa) trabaja en un marco normativo que podría permitir a los Sistemas de asistencia al conductor de nivel 2 realizar maniobras, por ejemplo cambiar de carril, sin el consentimiento expreso del conductor (consentimiento que se produce hoy al activar el intermitente cuando el sistema está activo). Las dudas del ETSC surgen del hecho de que, aunque las tecnologías automotrices están mejorando, la responsabilidad en caso de accidente recaería en el conductor, incluso si este último no realizó activamente la maniobra.
Los mencionados marcos normativos que se discutirán y finalizarán en una serie de reuniones que comenzarán el 9 de septiembre en Ginebra, se han desarrollado basados en propuestas hechas por los fabricantes de automóviles. Entre ellas, una propuesta de AVERE, que representa a fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla, promueve la implementación de los llamados «cambios de carril iniciados por el sistema».
ETSC: RIESGO DE CONFUSIÓN ENTRE CONTROL Y AUTOMATIZACIÓN
ETSC ha emitido una severa advertencia sobre los riesgos potenciales asociados con estas nuevas funciones. El principal riesgo, según la organización, es la confusión que podría resultar entre el control del conductor y el control del vehículo. Actualmente, los sistemas de Nivel 2 requieren que el conductor mantenga las manos en el volante y sea responsable de cualquier decisión crítica. Sin embargo, con las nuevas reglas, el vehículo podría tomar iniciativas de forma autónoma, como cambiar de carril, sin una orden directa.
Este escenario, según el profesor Oliver Carsten, representante del ETSC y experto en interacción persona-vehículo, podría llevar a los conductores a confiar excesivamente en los sistemas automatizados, con consecuencias potencialmente desastrosas. «Los conductores verán el sistema girar y cambiar de carril y empezarán a confiar completamente en él», dijo Carsten. Sin embargo, también afirma que la tecnología actual no está lo suficientemente avanzada como para garantizar que este tipo de maniobras sean siempre seguras, sobre todo en caminos urbanos o rurales donde la imprevisibilidad es mayor en comparación con las autopistas.
CONDUCTORES RESPONSABLES, INCONSCIENTES Y DISTRAÍDOS
Por otro lado, la industria del automóvil sigue afirmando que los conductores son y serán monitoreados por cámaras internas capaces de detectar si están prestando atención a la carretera. Una encuesta realizada por Volvo en 2018 mostró que, aunque los conductores miraban la carretera, su cuidado era significativamente reducido mientras vigilaban los sistemas automatizados activos y, en caso de imprevistos, no pudieron evitar un accidente retomando el control del vehículo.
En una declaración reciente, el ETSC vuelve a subrayar la importancia de aclarar la distinción entre sistemas de asistencia al conductor (Nivel 2) y conducción semiautónoma (Nivel 3 y superior). Según el Consejo, los sistemas de asistencia siempre deben requerir un control activo por parte del conductor, evitando escenarios en los que el vehículo pueda realizar espontáneamente maniobras complejas. «No hay duda de que la industria está bajo una enorme presión, no solo sobre la ONU sino también sobre los gobiernos del Reino Unido y la UE para obtener luz verde para estos sistemas, a pesar de que no hay evidencia de que sean seguros de usar en todas las situaciones de conducción», añadió Carsten.
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