Rafanelli (Slafood): Con «Sabores une la autonomía» el gusto por la vida

Rafanelli (Slafood): El gusto por la vida se une a la autonomía en «Sabores»

Rafanelli (Slafood): En «Sabores une la autonomía» se encuentra el gusto por la vida.

Rafanelli (Slafood): Con «Sabores une la autonomía» el gusto por la vida

Rafanelli (Slafood): El gusto por la vida se une a la autonomía en «Sabores»

Rafanelli (Slafood): En «Sabores une la autonomía» se encuentra el gusto por la vida.

(Adnkronos) – «El valor de la alimentación para una persona diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es muy alto, y por ello nos comprometemos a dar una respuesta contundente al problema de la nutrición» y emprender el camino para «seguir disfrutando de la vida». Así explica a Adnkronos Davide Rafanelli, presidente y fundador de Slafood y asesor nacional de la Asociación Italiana de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Aisla), el por qué de «Flavors. Corbatas. Autonomía’, una selección de recetas promovidas por Aisla, Slafood y Zambon Italia con la colaboración científica de los Centros Clínicos Nemo.

La iniciativa, que da un nuevo significado al acrónimo ELA, supone el compromiso de algunos de los chefs que colaboran con Slafood para hacer «placentero» comer con disfagia, que afecta hasta a 3 de cada 4 personas que padecen esta rara y progresiva enfermedad neurodegenerativa. «La mesa no es sólo una cuestión de ‘supervivencia’, sino de ‘compartir la vida con las personas que quiero – observa Rafanelli – Comer, sentarse a la mesa, participar en momentos de convivencia es muy importante en nuestra vida». Siempre debemos tomar el momento adecuado, porque es un momento en el que hay un compartir profundo, un intercambio, incluso de emociones.

Normalizar este momento para quienes padecen ELA «significa continuar con el proyecto de vida». La dificultad para tragar, un problema progresivo de la enfermedad, compromete la «capacidad de saborear». Por este motivo se vuelve «muy importante darle a la persona disfágica las herramientas para que pueda seguir disfrutando de platos que tengan la consistencia adecuada, pero que aún contengan el amor, el sabor y los colores de la buena cocina». Por lo tanto, «el emplatado es importante, la materia prima es importante – enumera Rafanelli – y el sabor es importante.

El proyecto pretende ofrecer estas herramientas a la persona disfágica para poder tener una vida correcta tanto en términos de nutrición, pero sobre todo en la relación relacional en la mesa, que evita «el aislamiento y que, a nivel psicológico, le permite seguir sintiéndome en el centro de un proyecto. La nutrición garantiza que el camino de la vida sea un camino de vida completo”. De ahí que «la palabra ELA, que es una enfermedad de impacto y privación, si la rechazamos de otra manera, convertimos el dolor en amor». Sla también pasa a ser un acrónimo de “Sabores. Corbatas. Autonomía”, como reza el título de este menú.

La enfermedad «no es siempre un camino de tragedia o de tristeza – aclara Rafanelli – Intentemos verla también como un camino de crecimiento, de cambio hecho juntos, a través de los sabores, de estos fuertes vínculos con la tierra, los productos, las recetas del pasado. . . Y luego hay una palabra muy importante, que es autonomía, que es exactamente lo que le falta a un paciente de ELA». La enfermedad en realidad afecta al paciente «en sus movimientos, le falta autonomía». Pero también en este caso – subraya – a través de los vínculos familiares, los sabores y la posibilidad de consumir productos que tengan una consistencia constante, se recupera el concepto de autonomía.

Esta es la capacidad de seguir estando en el centro de la vida, es un impulso que da una gran esperanza porque se tiene la conciencia de que incluso en la enfermedad se puede seguir adelante» a través de la vida cotidiana de gestos simples como «seguir adelante». comer de forma independiente. «No hay mejor gesto para darle al paciente la oportunidad de disfrutar de su cuerpo, de fortalecer el sabor de la vida». El proyecto, sin embargo, mira hacia el futuro y si «hoy quizás nos ayude un poco, será una ayuda enorme para los que vendrán después de nosotros – subraya Rafanelli – Estamos intentando cambiar la historia de esta enfermedad».

Este cambio se puede hacer manteniéndonos muy unidos y partiendo de pequeños ejemplos y pequeños esfuerzos como empezar a hacer que una persona que está privada de esta posibilidad coma bien. Un gesto tan simple se amplifica de manera increíble en la mente de quienes padecen ELA: se sienten cada vez menos solos, más parte de un proyecto de vida que», mientras «por un lado la ELA intenta llevarte», por el otro mano. otros, en cambio, emprenden un nuevo camino con “nosotros que seguimos alimentando la conciencia de que el dolor, si queremos, siempre podemos convertirlo en amor. La vida es bella a pesar de todo. Siempre hay una razón, si quieres buscarla, para disfrutar de la vida. Yo – concluye – lo encuentro todos los días». —[email protected] (Información web)

FUENTE

nuevaprensa.info

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