Madre e hijo detenidos por explotación laboral en vivienda

Madre e hijo detenidos por explotación laboral en vivienda

La Guardia Civil detuvo a una madre y a su hijo, de 74 y 55 años respectivamente, originarios de Portugal y residentes en La Rioja, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores. Los detenidos, propietarios de una casa en la región, habían alojado a cuatro compatriotas en condiciones deplorables, sometiéndolos a un régimen de semiesclavitud y pésimas condiciones de higiene y salud.

Las víctimas, capturadas en Portugal por los detenidos, son tres hombres y una mujer, de entre 38 y 58 años. Estas personas estaban en riesgo de exclusión social, no contaban con una estructura de apoyo familiar en España, eran fácilmente influenciables, tenían baja cualificación laboral y en ocasiones eran adictas al alcohol y/o a las drogas, lo que las hacía aún más vulnerables.

La investigación forma parte de las diversas acciones que adelanta el Instituto Armado para controlar el empleo irregular y la explotación laboral, con el objetivo de proteger los derechos de los trabajadores y garantizar condiciones laborales dignas.

Comenzó a mediados de febrero tras una denuncia presentada por una de las víctimas. En su relato, la denunciante indicó la explotación laboral que sufrió por parte de su casera, quien se quedaba prácticamente con todo el dinero que ganaba trabajando para agricultores y viticultores.

Agentes de la Zona de Investigación de la Guardia Civil de Logroño, tras recabar suficientes indicios mediante el análisis operativo de documentos y bases de datos, junto con la colaboración de un empresario vitivinícola, pudieron comprobar que otras tres personas estaban siendo explotadas laboralmente, viviendo en el mismo domicilio que el solicitante en condiciones incompatibles con el mínimo necesario para la dignidad humana.

La investigación reveló que la mujer detenida, luego de capturar a sus víctimas, las ofrecía a agricultores y viticultores para realizar diversas tareas, respetando las normas establecidas en el mercado laboral. Una vez que los contratistas pagaron los sueldos de las víctimas mediante ingreso en sus cuentas bancarias o mediante cheque, el hijo del interno los llevó a una sucursal bancaria en Logroño para retirar el dinero.

Una vez conseguido el objetivo, regresaron al domicilio, donde el interno procedió a apropiarse del dinero, dejando a las víctimas sin el salario que merecían tras descontarles los gastos de alojamiento, comida, tabaco, alcohol y transporte al lugar de trabajo. Además, los internos controlaban el acceso de las víctimas a los alimentos.

Durante el registro domiciliario, los agentes comprobaron que la nevera se encontraba cerrada con llave, y comprobaron la mala habitabilidad y las condiciones insalubres de las habitaciones donde pernoctaban las víctimas. Los juicios practicados, junto con los detenidos, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial.

FUENTE

nuevaprensa.info

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