¿Qué sucede con el salmón asturiano?
Según la investigación biológica, el salmón asturiano es el más antiguo de Europa, hace unos 40.000 años comenzaron a buscar refugio en los nacimientos de los ríos que desembocan en el mar Cantábrico.
Nadie parece dudar de la tradición del salmón autóctono asturiano. Hoy en día, su carne es una de las más caras y sabrosas de los ríos del continente. Su gran reputación se debe a la calidad de las especies y a la escasez actual, que contrasta con la gran abundancia del pasado.
Al final de la temporada de pesca del salmón en los ríos asturianos, se observa un preocupante descenso en el número de capturas, con solo 377 salmones declarados.
El Principado abandona el foro y evita reconocer la crítica situación del salmón asturiano, sin cambiar su política de gestión basada en repoblaciones contraproducentes y en la aniquilación de los cormoranes, que son el chivo expiatorio de esta historia.
Las poblaciones de salmón del Atlántico están en declive en toda su área de distribución natural, siendo el salmón asturiano una población relicta y aislada, más vulnerable al cambio climático.
El continuo descenso del salmón en los ríos asturianos es un hecho indiscutible. Desde 1949, el promedio anual de capturas ha disminuido significativamente, especialmente en cuencas en riesgo de extinción como Cares-Deva, Eo y Esva.
¿Qué pasa con el salmón asturiano?
La reducción de la población de salmón asturiano se refleja en los censos anuales impulsados por la administración y en diversos estudios científicos. La especie corre peligro de extinción.
A pesar de las medidas de protección, no hay garantía de salvar al salmón de la extinción si no se cambia la gestión ineficaz. Es necesario declarar al salmón del Atlántico en peligro de extinción y establecer una moratoria en su pesca.
Otras medidas urgentes incluyen suspender la repoblación, mejorar los ríos y eliminar obstáculos que dificultan el crecimiento de los peces.
Es fundamental que la administración aplique medidas audaces para preservar el patrimonio natural de los ríos asturianos y evitar la extinción de especies emblemáticas como el salmón del Atlántico.
Los ríos y sus especies son patrimonio de toda la sociedad y deben ser protegidos mediante una gestión adecuada y sostenible.