Protesta en Barcelona por exceso de turismo.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés.
Más de 150 organizaciones y movimientos sociales salieron a las calles de Barcelona, y algunas de ellas cerraron simbólicamente hoteles y terrazas de restaurantes.
Las manifestaciones contra la masificación turística que ya se han producido en los últimos meses en Canarias y Mallorca han llegado ahora a Barcelona. Acerca de 3.000 personas salieron a las calles de Barcelona el sábado por la noche para protestar contra el turismo masivo en la ciudad, según las autoridades locales.
Más de 150 grupos, organizaciones y movimientos sociales se manifestaron este fin de semana. Los manifestantes gritaron «turistas, váyanse a casa» y terrazas de hoteles y restaurantes cerradas simbólicamente. Exigen que se tomen medidas para frenar el turismo de cara a una temporada de verano que, según las previsiones, batirá récords tanto en la capital catalana como en Cataluña en su conjunto.
Martí Cusó, portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio Gótico y activista contra la masificación turística, afirmó: «Queremos el modelo económico de la ciudad priorizar otras economías mucho más justas. Y por eso creemos que hay que reducir el turismo”.
Barcelona es la ciudad más visitada de España y sigue luchando contra el exceso de turismo. La ciudad recibe en promedio 32 millones de visitantes al año, muchos de los cuales terminan en cruceros. En respuesta, el consejo local votó recientemente a favor aumentar la tarifa hasta 4 euros por persona desde octubre.
«Lo que me preocupa es lo que supone el turismo y la especulación, la especulación que hacen con las viviendas de los españoles. Los españoles tienen el derecho a una vivienda digna», explica un local.
No más apartamentos turísticos
El Ayuntamiento de Barcelona anunció recientemente un amplio plan para eliminar las casi 10.000 licencias de apartamentos turísticos de la ciudad en los próximos cinco años. La medida pretende abordar la creciente crisis inmobiliaria nacional, especialmente aguda en ciudades turísticas como Barcelona. Se priorizará el uso residencial frente al turístico en una de las ciudades más visitadas de Europa.
El plan refleja una tendencia global de ciudades que comienzan a combatir los efectos del turismo de masas en la vida local.
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