Una llamada a un constructor de barcos llevó a la policía a relacionar a Santorum con la droga Karar.
Los investigadores policiales, que habían estado vigilando a Juan Carlos Santorum y su séquito durante unos 10 meses antes de abordar el MV Karar (interceptado el 25 de abril de 2020 con 3,8 toneladas de cocaína a bordo), vincularon al arousano con ese almacén después. Uno de sus hombres de confianza, un constructor naval, recibió una llamada desde un teléfono portugués que ya estaba siendo monitoreado por la DEA.
Así lo afirmó un testigo policial en el juicio por este transporte de droga, en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, en el que figuran como imputados 28 personas. Entre los procesados se encuentran Juan Carlos Santorum y varias personas de su entorno, el armador Fidel FB, un ex funcionario de aduanas y su esposa colombiana, y la tripulación del MV Karar (un gallego, 9 nepalíes y 5 bangladesíes).
El miércoles se presentó el agente que actuó como secretario en la investigación y explicó que, en el marco del seguimiento a Fidel, Juan Carlos y su comitiva, comprobaron que el primero de ellos recibió una llamada desde un teléfono portugués, y que regresó. esa llamada, aunque no se produjo ninguna conversación.
Al investigar el teléfono, la Policía comprobó que estaba siendo investigado por la Brigada Central Antinarcóticos quien, a su vez, había recibido una comunicación de la DEA (Agencia Antidrogas de América del Norte) sobre una embarcación en ruta, «posiblemente con una gran cantidad de cocaína a bordo». De esta manera lograron vincular los movimientos de Fidel, Santorum y su entorno con el transporte de droga del MV Karar.
Este testigo también indicó que se observaron movimientos en diversas embarcaciones fletadas por la organización, traslados de embarcaciones, trámites para la adquisición de motores y combustible, así como otras actitudes de los imputados, lo que indicó que «se podría preparar un operativo».
Posteriormente, la DEA informó de la presencia a bordo del Karar de un gallego, que los investigadores dedujeron era un «garantía» que viajaba en el barco para que toda la droga llegara a su destino. Además, el testigo señaló que, desde mediados de abril, los investigados intensificaron los preparativos para lo que supusieron sería la recolección de droga en alta mar.
Este policía también explicó que la vigilancia a la que fue sometido Fidel demostró que tenía relación con personas sospechosas porque estaban vinculados o investigados por delitos de narcotráfico.
Así, detalló varias reuniones mantenidas con personas «conocidas» por sus vínculos con el narcotráfico, algunas de ellas no investigadas en este caso, y varias de fuera de Galicia, aludiendo incluso a una persona que viajó desde el sur de España y que habría estaría vinculado, según la Policía, al llamado «Clan Castaña».
Según su testimonio, este armador vigués tenía contactos con varias organizaciones y les facilitaba embarcaciones para realizar los cachés. En el caso de MV Karar, también fue quien recibió aquella «llamada perdida» del teléfono portugués, que interpretaron como una «notificación» relacionada con la llegada de droga.
Luego de esa llamada, de hecho, el testigo explicó que Fidel FB tuvo varias reuniones con Santorum y su núcleo duro, supuestamente para darles las últimas novedades sobre el viaje del barco. Además, señaló, desde el mismo número portugués se realizó una llamada a un teléfono satelital que luego fue incautado al ciudadano colombiano imputado en este proceso y al teléfono satelital que tenía uno de los tripulantes del Karar.
También se refirió a las características de las embarcaciones incautadas, «típicas» de las embarcaciones utilizadas por las organizaciones criminales para realizar escondites en alta mar: con cascos transparentes para cargar droga y combustible, equipadas con potentes radares, con espacios para instalación. Motorizaciones de gran potencia y con un «potenciómetro» central para los asientos.
En su declaración, el testigo también aludió al presunto papel en la organización de otro de los imputados, Ismael CB, detenido en otro operativo policial a finales del año pasado y encarcelado por ese motivo. Según se ha dicho, este acusado lleva mucho tiempo en el punto de mira de la policía por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y sus conocidas habilidades como piloto de lancha motora.
«Era un piloto bastante hábil, reconocido y muy buscado», explicó, mientras relató que Ismael fue visto en compañía de Santorum y sus hombres de confianza en varias ocasiones, incluida una en la playa de Agra a mediados de año. Abril de 2020. “Creemos que estaban inspeccionando la zona, porque es un lugar ideal para descargar”, indicó el testigo policial.
Este agente también se refirió a la falta de actividad de empresas vinculadas a la organización, que eran utilizadas como «fachada», y a que a la mayoría de los imputados no se les conocía actividad laboral alguna, ni tenían ninguna otra actividad. la conexión entre ellos de que no se trataba de una actividad delictiva.
La fiscalía acusa a los 28 imputados de delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal, y solicita penas de 19 años y medio a 13 años y medio de prisión, además de multas millonarias.
La sesión de este juicio de este miércoles fue suspendida y la declaración de los testigos interrumpida, debido a problemas técnicos en la cámara macro de la ciudad de justicia de Vigo, que impidió escuchar las grabaciones de las conversaciones de los imputados. La audiencia se reanudará el jueves.
FUENTE