La importancia de los funcionarios en Asturias y Eonaviego.

El Ministro de Cultura, Política y Deporte, Vanessa Gutiérrez, defendió el viernes que el reconocimiento del asturiano y eonaviego es «absolutamente necesario» y es «el único paso» que permitirá «una mayor planificación e implementación de una normalización lingüística más eficiente y mayores posibilidades de supervivencia para nuestros idiomas».
El consejero fue responsable de defender la posición del gobierno asturiano en la comisión que aborda esta semana las apariciones informativas sobre la propuesta de reformar la «Ley orgánica 7/1981, 30 de diciembre, del estado de autonomía del principado de Asturias», para la declaración del asturiano y eonaviego como idiomas oficiales.
Después de una defensa de las «lenguas madre» y la historia «milenaria» de los asturianos, el jefe de cultura se dirigió a los diputados de la reunión general, asegurando que tienen «la responsabilidad histórica de dar voz a la identidad asturiana que comparten con las comunidades vecinas».
Dijo que el reconocimiento del asturiano y eonaviego significa «valorar lo que se conoce y se quiere». «La manifestación de nuestra identidad explica nuestras experiencias y cultura», afirmó.
Gutiérrez cree que, con este cambio legislativo, se busca «garantizar los derechos» de todos los ciudadanos «independientemente» de cuántos quieran ejercerlos.
Al solicitar «dejar los prejuicios», el consejero explicó que actualmente hay 287 maestros de asturiano y una bolsa de 565 maestros más en la escuela secundaria y 209 en la educación primaria. Además, más de 2,000 personas están registradas en el registro de capacitación.
Estos datos, según Gutiérrez, demuestran que la demanda «siempre va por delante de las instituciones», por lo que considera que el marco legal debe adaptarse a esta nueva realidad.
«Es hora de dejar atrás los viejos prejuicios, la demagogia falsa o previa», dijo sobre la necesidad de cambiar el estatuto de autonomía de Asturias para que el asturiano y eonaviego sean idiomas oficiales.
«La decisión comprometerá la posibilidad de transmitir o no un lenguaje antiguo», afirmó, pidiendo a los parlamentarios que brinden a «las generaciones futuras el derecho y la oportunidad de conocerse y ser conocidas».
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