La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Nacional, los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza, detuvo a 23 personas, presuntos responsables de estafar más de un millón de euros a 1.200 personas en todo el territorio nacional, haciéndose pasar por su entidad mediante correos electrónicos y llamadas telefónicas.
Los reos están acusados de fraude, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, y entre ellos suman un total de 139 condenas por tráfico de propiedad y tráfico de drogas.
Fue en octubre de 2023 cuando los agentes detectaron un aumento de denuncias sobre estafas virtuales en las que los perpetradores utilizaban las nuevas tecnologías para enviar correos electrónicos y mensajes en apps de mensajería y redes sociales con el objetivo de obtener datos personales de las víctimas para malversarles dinero.
Los indicios apuntaban a que una parte importante de estas estafas podrían cometerse desde la comarca de Osona (Cataluña), y más concretamente por un grupo de personas que establecieron su base de operaciones en la ciudad de Manlleu.
Según informó la Guardia Civil, la estafa consistió en enviar mensajes de texto masivos a un número indeterminado de víctimas elegidas al azar, haciéndose pasar por su banco e informándoles de un acceso ilegítimo a su cuenta corriente. A partir de ahí, si la víctima creía el mensaje, seguía las instrucciones y accedía a un enlace que le llevaba a una página web falsa que se parecía a la real.
Los investigadores han descubierto una estructura criminal especializada en realizar estafas menores y graves mediante «smishing» (SMS), «phishing» (correo electrónico) y «vishing» (llamadas telefónicas) con una réplica fraudulenta de la web del banco y una llamada de suplantación. de trabajadores de la misma entidad, pudieron obtener datos personales de las víctimas para acceder a sus cuentas bancarias. Normalmente hacían transferencias de 200 euros, pero en algunas ocasiones vaciaban las cuentas bancarias.
La organización criminal establecida en la comarca de Osona realizó la mayor parte de las retiradas en cajeros de Barcelona y Girona, pero también en otros puntos, como cajeros del País Vasco.
El Equipo Conjunto de Investigación que desarticuló la organización está formado por investigadores de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil, la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional, el DIC de la Región Policial Central de los Mossos d’ Esquadra, y la Sección Central de Investigaciones Penales y Policiales Judiciales de la Ertzaintza, bajo la coordinación del Centro de Información contra el Crimen Organizado (CITCO).